Los ayuntamientos de las capitales de provincia de Castilla y León acumulaban una deuda viva a finales de 2021 de 607,3 millones de euros, lo que supone un aumento del 2,1% en relación a la cifra de cierre de 2020, según los datos oficiales publicados por el Ministerio de Hacienda. Este avance en la deuda llegó de la mano del Ayuntamiento de la capital del Pisuerga, que elevó su deuda bancaria un 35,8%, hasta los 145,1 millones de euros a 31 de diciembre de 2021. En el extremo contrario, Zamora mantuvo su contador a cero.
Los datos publicados esta semana por el Gobierno indican que en otras dos provincias la deuda viva creció ligeramente entre finales de 2020 y las mismas fechas de 2021, Segovia, con 24,8 millones y un avance del 0,4% y Soria, con 23,1 millones y una subida del tres décimas.
Por el contrario, bajó en el resto. En Burgos se redujo un 9%, hasta los 188,3 millones de euros; en Salamanca, un 6,7%, con 44,6 millones. Asimismo, se contrajo un 2,4% en León, con 128,8 millones, un 2,2% en Palencia, con 26,7; y un 1,8% en Ávila, con 25,5.
El concejal de Planificación y Recursos del Ayuntamiento de Valladolid, Pedro Herrero, destacó que suscribieron una operación de 48,5 millones y este año firmarán otra de 50 como máximo porque tienen el compromiso de estar ocho años sin subir impuestos, hasta 2023, y «si los gastos aumentan los ingresos tienen que venir por otro sitio». Agregó que no es otra la explicación de esa subida de la deuda viva y sostuvo que el Ayuntamiento lo hace porque puede y porque «no es momento de elevar la presión fiscal». A respecto, aclaró que tiene margen, con una deuda sobre recursos corrientes del 60%, cuando el límite está en el 110%. Asimismo, defendió que el Gobierno de España les ha ayudado «mucho» con el fondo complementario de financiación, con subidas en todos los ingresos del Estado de forma «importante» y con eso y el préstamo «no es preciso subir impuestos».
Algunos ayuntamientos no compartieron sin embargo, las cifras que aporta Hacienda, recogidas por Ical. El Ayuntamiento de Salamanca afirmó que la deuda viva de la entidad al cierre del pasado año ascendía a 74,1 millones de euros y que el endeudamiento aumentó respecto al ejercicio anterior, cuando se ubicaba en 49,5. Tras haber amortizado casi 56 millones de euros desde 2015, la Concejalía de Economía y Hacienda aprovechó, según fuentes municipales, la suspensión de las reglas fiscales para solicitar nuevo crédito e incrementar las inversiones en los tres siguientes ejercicios. El objetivo era, en cualquier caso, incentivar la rueda de la economía, antes de que la pandemia alterara las previsiones, obligando a modificar algunas partidas para aumentar el gasto social.
Asimismo, desde el Ayuntamiento de Burgos tampoco asumieron esas cifras y fuentes financieras de la entidad local aseguraron que el Consistorio cerró 2021, a fecha de 31 de diciembre, con una deuda viva de 227 millones de euros, consiguiendo reducirla entorno a un 9% con respecto al año anterior, según confirmó el concejal de Hacienda, David Jurado. El «grueso» de la deuda del Consistorio es de los Consorcios del Desvío del Ferrocarril (parcelas urbanísticas) y de Villalonquéjar (suelo industrial) ya que sigue estando imputada directamente a la administración local, así como «un pequeño préstamo que queda de tres millones de euros».
En este sentido, precisó que la deuda pendiente de los consorcios, en el ‘tramo B’ –que se paga con cargo a los presupuestos municipales– es de 57,6 millones de euros y el ‘tramo A’ –con cargo a la venta de las parcelas– es de 165,4 millones de euros. Y a ello hay que sumar también las amortizaciones anticipadas realizadas. En definitiva, Jurado explicó que la reducción se debe, entre otras cosas, «al cierre de algunos préstamos del Ayuntamiento», así como a «la venta de bastantes parcelas». Sin embargo, el Ministerio señala a Ical que los datos publicados son los oficiales y que los consistorios pueden estar contabilizando aplicando otros criterios. El análisis de la deuda viva del conjunto de los ayuntamientos de la comunidad, pone de relieve que ascendía al cierre del año pasado a 788,97 millones de euros, con una merma del 0,3% respecto a 2020.
En este sentido, sólo aumentó en el caso de la provincia de Valladolid, donde sumaba 150,73 millones, con un avance del 31,9%, arrastrado el dato por la capital. En el resto, estas entidades locales redujeron su deuda bancaria.
En concreto, bajó la deuda viva en los ayuntamientos de Burgos (207,79 millones de euros), un 8,2%; Zamora (16,3), un 7,8%; Ávila (33,8), un 6,2%; Salamanca (59 millones), un 5,6%; Segovia (35,7), un 5,4%; León (228), un cuatro%; Palencia (30), un 2,6%; y Soria (27,3), un 2%.
Por lo que se refiere a las diputaciones, dos de ellas mantuvieron a cero su contador de deuda bancaria, León y Soria; mientras que en Salamanca fue testimonial, con 50.000 euros y un recorte del 92,3%; así como en Zamora, con 82.000 euros, y una descenso del 49,9%.
Asimismo, la Diputación de Segovia rebajó su deuda viva un 15,9% y la de Burgos, un 15,3%, hasta los 14,3 y 31,3 millones de euros, respectivamente. En cuanto a Valladolid, la elevó un 40,1%, con 14,6 millones; la de Ávila, un 2,8%, con 5,6 millones; y la de Palencia, un 1,7%, con 14,9.
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03/07/2022
Actualizado a
03/07/2022
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