El Bierzo no siente arraigo hacia la comunidad autónoma

El calendario sitúa cada 23 de abril a la comarca del Bierzo frente al espejo. Las festividades por el Día de Castilla y León pasan casi desapercibidas en un territorio cuyas particularidades dificultan la identificación con los símbolos leoneses y mucho más aún con los referentes castellanos. “En el Bierzo el 23 de abril es un día festivo pero realmente no hay una gran celebración”, resume en declaraciones a Ical, el presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Álvarez Courel, que destaca que “en la comarca no hay un sentimiento arraigado de pertenencia a la comunidad autónoma después de todos estos años”.

Atrapada en esa especie de muñeca rusa en la que los sentimientos de pertenencia de sus vecinos no se ven reflejados en ninguna de las dos regiones históricas que dan nombre a la moderna comunidad autónoma, la comarca y gran parte de sus habitantes asisten a las celebraciones desde la distancia. “También es verdad que todos los actos que se llevan a cabo en la Comunidad se focalizan en una localidad, que es Villalar. En las zonas que estamos un poco más apartadas ese sentimiento de celebración de la Comunidad está un poco más olvidado”, recalca Álvarez Courel.

En un tiempo en el que el distanciamiento social es la pauta que marca el día a día de todos, es precisamente la distancia, tanto física como sentimental, uno de los principales argumentos para la escasa repercusión de una fiesta que este año se vive de una manera aún más atípica que de costumbre debido a los estragos causados por el coronavirus Covid-19 y a la desaparición de los puestos con los que los libreros honraban a la palabra escrita, la otra gran protagonista de cada 23 de abril.

Pensando en los desafíos de futuro que la autonomía deberá afrontar una vez termine la lucha contra este enemigo invisible, el presidente del Consejo Comarcal incide en “la importancia y la necesidad de invertir en una sanidad pública y de calidad, como reclaman las diferentes plataformas de la Comunidad”.

“El confinamiento es el que ha parado el colapso de los hospitales, es importante que no haya recortes, porque si tuviéramos un sistema sanitario público bien dotado, podríamos asumir cualquier tipo de crisis”, explicó Álvarez Courel, que destacó que la inversión en sanidad pública es “el mejor aplauso que podemos dar cuando salgamos adelante de esta crisis”.