El complemento básico de la investigación

Una de las pocas cosas que sí ha quedado clara en las decenas de interrogatorios del juicio por el crimen de Isabel Carrasco es que a Triana le gusta "mucho" el bolso que le había dejado Raquel Gago (lo reconoció en su testifical) y en el que estuvo oculta el arma homicida durante más de 30 horas. Un complemento que ha dado mucho que hablar, no por su diseño, sinopor las formas en las que se puede llevar, no como prenda de vestir, sino como mercancía en un vehículo.

Las posibilidades son múltiples como se ha comprobado en la Audiencia Provincial. Por ejemplo, el bogado de Gago, Fermín Guerrero propone hacer con él un nudo cuando se lo muestra a uno de los testigos para que trate de determinar si cabía o no debajo del asiento del coche de la acusada.

Se puede optar por algo más discreto como dejarlo a los pies, ocultando el estampado, más sobrio, para no llamar la atención, cómo recrearon con otro de los testigos que también estuvo presente en el momento en el que Gago descubrió el bolso. O se puede dar más protagonismo al estampado y exhibirlo notoriamente, como con otro testigo. Incluso, como si del traje nuevo del emperador se tratara, se puede manipular el bolos sin tener ningún bolso como la 'pantomima' que realizó una de las testigos para explicarse.

Como en un desfile de moda, el bolso ha sido el centro de todas las miradas y los comentarios. La razón, conocer la posición que ocupaba en el coche de Gago por si la acusada hubiera podido darse cuenta mucho antes de que el arma estaba en su vehículo.

Algo que bien podría saber la persona que lo dejó allí, la también acusada Triana Martínez, como propuso su defensa, pero consideró "no procedente" el magistrado presidente del tribunal. Con todo ello, al final de la sesión de ayer, la única que no pudo lucir el complemento básico de la investigación, fue la única que se lo había pedido .