Casi cuatro meses de negociación, quince días de huelga y va para una semana de encierro de tres trabajadores de la fábrica de Vestas en Villadangos del Páramo. Unas cifras que tratan de evitar otra, los cientos de despidos de una planta productiva, donde los millones de euros están en la base del conflicto. Como expone Pablo Martínez de UGT , "es muy complicado y cansa mucho estar aquí, llevamos ya seis días encerrados, ver a tu familia por la ventana. Pero más duro son los días como los de ayer negociando diez horas con la empresa para que al final te digan que se levantan por el último céntimo. Vamos a dejar a 300 y pico familias en la calle por unos euros porque al final son unos euros".
No afecta solo a las personas que trabajamos allí y nuestras familias, sino también a toda la gente que hay alrededor, a toda la ciudad y a toda la provincia En estas circunstancias cuando se habla más de porcentajes que de proyectos, más de márgenes que de futuro, más de regulaciones que de equipos, los representantes de los trabajadores toman medidas drásticas para tratar de recordar a la sociedad que detrás de los números hay personas. Nacho Sánchez, de CGT, afirma que "no afecta solo a las personas que trabajamos allí y nuestras familias, sino también a toda la gente que hay alrededor, a toda la ciudad y a toda la provincia".
Pablo, Nacho y David buscan la intermediación de las Administraciones y la solidaridad de los leoneses. Saben que la de sus compañeros y sus familias no está en duda, hasta el punto de que tal vez animado por su ejemplo, en la mañana de este martes han votado en asamblea continuar con la huelga y dejar a un lado las vacaciones por el cierre de la fábrica. A buen seguro, mientras sigan en la Oficina de Trabajo no les faltarán visitas. "Día día van viniendo compañeros y familia que pasan a vernos y a veces tenemos negociaciones como la de ayer que nos ocupan la mayor parte del día y por eso más o menos tenemos los días hechos", resume David Crespo, de Comisiones Obreras (CCOO).
Las visitas que sí echan de menos son las de algunos políticos, a los que no han podido explicar las circunstancias de uno de los mayores centros de empleo de la provincia, un enclave industrial fundamental, con peso enorme en las exportaciones. Pablo Martínez consiera que que "Trabajo se están portando muy bien con nosotros, pero no te deja de quemar el ver en la prensa que temas como Renault, que tiene un problema cada año se solucionan en 15 días y aquí no nos ha recibido el alcalde de León, ni sabemos prácticamente nada de la Junta, nos queda la esperanza de los ministerios, sabemos que son cosas que funcionan despacio, pero nos queda esa esperanza".
Para otros políticos, que les suministran el wifi, guardan palabras de sincero agradecimiento. "Gracias a María Hernández de Podemos, que gracias a ella estamos más entretenido en los ratos muertos".
Esa es una de sus conexiones con el exterior, a través de la que podrán seguir, el traslado del conflicto hasta la sede de la multinacional danesa en Madrid y a la Dirección General de Industria. Es una de las últimas esperanzas de la plantilla de la fábrica de aerogeneradores, que se podría trasladar a China tras años siendo el modelo de la compañía en Europa.
El conflicto laboral en Vestas, entre los números y las personas
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31/07/2018
Actualizado a
19/09/2019
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