La cifra no es importante, pero sí lo es el cambio de tendencia que representa, puesto que la provincia deja atrás de esta forma cinco años de constantes descensos en el número de alumnos que reciben formación a través de las enseñanzas no universitarias.
Los datos provincializados que se difundieron ayer durante la presentación del curso escolar en Valladolid reflejan además que la cifra de matriculados en Formación Profesional son 7.514. La cifra representa 165 más que los 7.349 reflejados en el curso anterior.
Educación prevé impulsar ya "instrucciones obligatorias" para los centros a la hora de regular los deberes esoclaresEn este sentido, cabe destacar además que la provincia a partir de ahora con dos nuevos ciclos de Formación Profesional. Se trata del de Instalaciones Eléctricas y Automáticas (que se impartirá en el instituto de Astorga) y del de Automoción (que llegará con el nuevo curso al instituto Álvaro Yáñez, ubicado en Bembibre).
En cuanto a las infraestructuras, los datos facilitados ayer por la Consejería de Educación reflejan que a lo largo del próximo año finalizará la obra de ampliación del colegio Los Adiles, en Villaobispo de las Regueras, tras una inversión de casi 2,7 millones de euros.
No está previsto que durante el nuevo curso comience ninguna obra nueva en la provincia, ya que la futura sede del Conservatorio de Música aparece en el apartado de expedientes pendientes de inicio. La inversión prevista ascenderá a casi 6,7 millones de euros.
Datos autonómicos
El consejero de Educación destacó que el curso se iniciará en Castilla y León con un ligero incremento de 795 estudiantes (un 0,22%), al pasar de 349.607 a los 350.40. También habrá más profesores. Serán concretamente 34.077, lo que supone 80 más en comparación con los 33.997 del curso anterior. «Hay un esperanzador repunte en Infantil de primer ciclo y especialmente en FP, con más de 1.000 alumnos, lo cual es muy positivo para la salud del sistema y para evitar el fracaso escolar», defendió.Rey insisitió en que la solidez del sistema educativo de Castilla y León, está relacionada con la equidad y la calidad, que «hay que conservar y seguir mejorando». Para conseguirlo, el consejero avanzó algunas de sus propuestas, como el afianzamiento del programa de gratuidad de libros de texto que beneficia a más de 73.000 familias –63.000 ayudas individuales y en torno a 10.000 del Programa Releo Plus– al que se ha destinado un presupuesto total de 17 millones de euros, superando ampliamente el del curso anterior en casi tres millones; o el desarrollo del II Plan de Atención a la Diversidad con la puesta en marcha del ‘Programa 2030’.
Rey anuncia que no seguirá como consejero aunque el PP gane y afronta el curso como un año de "cosecha"Es precisamente una de las novedades más destacadas del curso y está encaminada a favorecer la educación inclusiva y de calidad mediante la prevención y eliminación de la segregación escolar por razones de vulnerabilidad socioeducativa. Se trata de compensar y enriquecer la formación del alumnado, además de permitir que reciban de sus profesores una respuesta ajustada y flexible a sus necesidades.
En otro orden de cosas, el consejero de Educación explicó que su departamento se plantea «ir un poco más allá» y estudiar la posibilidad de dar «algunas instrucciones obligatorias» a los centros educativos sobre la realización de deberes. «El pasado curso se dieron solo unas orientaciones y el informe de seguimiento hecho por la Dirección General de Política Educativa refleja que solo un tercio de los colegios las habían incorporado como propias», dijo.
En este sentido, la idea pasa ahora por determinar «algunas consideraciones ya obligatorias sobre los puntos esenciales de los deberes al tratarse de algo razonable», ya que «en Primaria no deberían realizarse los deberes más de una hora diaria y que no los haya en fin de semana, ya que también hay que ver cine o escuchar música».
Rey aprovechó su comparecencia para anunciar que «con toda seguridad» no va a seguir siendo consejero de Educación aunque el PP gane las elecciones. Indicó que afronta este último año como un periodo de «cosecha», de recoger frutos, sin olvidar «seguir sembrando».