Misma situación en Bariones, a pocos kilómetros, aunque aquí este miércoles ya se notaba que el agua había bajado y mucho. Lo mismo comentaban los vecinos de Villafer, que se acercaban hasta su centenario puente sobre el Esla para inmortalizar el momento. «No sé decirte cuántos años hacía que no pasaba con tanta agua el río por aquí», reconocen mientras ruge el Esla bajo sus pies con una fuerza que ha dejado pequeño su trazado habitual expandiéndose el caudal hacia las choperas y tierras de cultivo anejas.
La calma iba volviendo al sur de León después de que la riada cortara algunas carreteras como fue la que une Cabreros del Río con Villalobar, o aguas abajo del Esla, la que conecta Villaquejida con Villafer. Es en esta vía donde los regueros anegados aún amenazan con cruzar de nuevo la carretera desde la que se contemplaban mares sobre tierras que son de cultivo aunque ni siquiera se vislumbre lo que hay en ellas. Donde el agua va bajando se podía averiguar que había maíces ya cosechadas, otras están sin tocar y aguantan estoicas con un nivel de agua que prácticamente llega a la mitad de la planta. Mal parados estaban también están unos trigos en la zona de la Vega del Esla en Villademor que de un verde intenso estaban también sumergidos en el agua como lo estuvieron a última hora de este martes los cultivos de la zona del Polideportivo Municipal en Valencia de Don Juan. «Ahora sí que es esto el mundo del agua», comentaba alguno socarrón mientras grababa un vídeo que pasaba de mano en mano por los móviles de la zona y en el que se contemplaba una balsa de agua de la que también se averiguaba que bajo ella estaban las piscinas municipales.
La "inutilidad" de la CHD
El maíz, sin recolectar
La riada ha pillado de improvisto a muchos agricultores de la Vega del Esla que aún no han cosechado el maíz. Estima Llorente que al menos queda en el campo un 45% de este cultivo que tendrá que esperar a que el suelo recupere la normalidad después de tanta humedad o utilizar las cadenas en la cosechadora en los casos en que esto sea posible. Mismo caso presenta la remolacha, que aún no se ha sacado en su mayor parte, y el cereal, aunque por no estar sembrado en buena medida. «Los daños van a ser muy cuantiosos», auguraba este miércoles el presidente del sindicato agrario Ugal-UPA, que estima en 25 días el tiempo que haya que esperar, al menos, para entrar en las fincas anegadas. En los cálculos de Llorente sobre la recuperación del campo en el sur de León con respecto a la riada está también la molturación de la remolacha, pendiente por las precipitaciones. «Posiblemente Azucarera de La Bañeza no abra hasta mediados de febrero o en adelante. Lo único que estamos llevando es la parte que hemos tenido, para Acor, para Olmedo, y es posible que tengan que cerrar con las lluvias que estamos teniendo», explicó dado que de las 3.400 hectáreas de La Bañeza solo hay recolectadas 100 que fueron a Toro y de las 1.200 de Acor estima que se hayan arrancado unas 600.
«Llevamos muchísimos años sin tener esta situación. No hemos podido sembrar los cereales de invierno, no hay nada sembrado», lamentó haciendo un llamamiento a los profesionales del campo: «El año que viene ataos los machos porque vamos a tener más de 80.000 hectáreas de maíz otra vez, porque no tenemos otro cultivo».
El Esla teme a ‘Elsa’
La estación de aforo de la CHD al paso del Esla por Benamariel registró este miércoles una considerable bajada del caudal con respecto al martes. Tras haber llegado a registrar hasta 885,80 metros cúbicos por segundo, pasó a los 400 por la tarde, disminuyendo en más de un metro el nivel del río. Pero la previsión del tiempo y el anuncio de la llegada del temporal ‘Elsa’, con fuertes rachas de viento e intensas precipitaciones, siguen poniendo en jaque el caudal del río Esla. Este miércoles el frío y el viento se dejan ya sentir; la llegada de la lluvia está prevista para este jueves. «A ver, hombre, que otras veces da agua y no cae una gota», comentaban a orillas del Esla con el deseo de que las previsiones sean erradas y despeje, al fin, el cielo.