El fin de las mascarillas, entre la prudencia y las ganas

¿Mascarilla sí o mascarilla no? El Consejo de Ministros aprobará este martes el fin de la obligatoriedad de su uso en interiores, que previsiblemente entrará en vigor al día siguiente, este 20 de abril, con su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). La mejora de la situación sanitaria con el alto nivel de inmunización han llevado a tomar esta decisión, que no convence a todo el mundo. 

¿Qué opinan los leoneses de su retirada? La realidad es que existe división. Un alto número aún las mantiene al aire libre, donde dejaron de ser obligatorias a principios de año tras regresar con la sexta ola. Entre ellos prima la prudencia y aseguran que seguirán llevándola más allá del miércoles, tanto en la calle como en los espacios interiores. "La opinión mía es no quitarla, ni dentro ni fuera, porque con tanta pandemia como ha habido me parece que deberíamos de seguir una temporadina más con ellas", aseguraba Manolita, que mantiene su uso fuera de casa, aunque esté en la calle y sin demasiada gente. También Viorel seguirá cubriendo nariz y boca más allá del miércoles y no está de acuerdo con que deje de ser obligatoria. "Yo personalmente como además de esto estoy enfermo crónico y tengo más, no creo que la vaya a quitar", confirma poniendo en cuestión si la decisión del Gobierno es precipitada. 

Tampoco la gente que ya prescinde de ella por la calle está convencida de quitársela de puertas para adentro. Transi y Aída la llevan a mano y son de la opinión de mantenerla tanto en los interiores como en las aglomeraciones, aunque estas sean al aire libre. "Yo no me la voy a quitar en interiores en bastante tiempo y por la calle sí, de hecho ahora no la llevamos cuando no hay gente, pero cuando la hay si", asegura Aída. 

En esa división de opiniones también los hay que estaban deseando que llegara el momento de que la mascarilla dejase de ser obligatoria, entre lo que destaca gente joven. "Ya era hora de quitarlas, porque al fin y al cabo el covid va a ser como una gripe", argumentaba Andrea, que tras dos años de pandemia con este elemento obligatorio asegura que la incomoda y prefiere "ir sin ella". 

"Llevamos mucho tiempo estirándolo", asegura en la misma línea Edgar, que se muestra más prudente y cree que en determinados negocios la mascarilla debería de mantenerse, como es el caso de la hostelería. "Yo la voy a llevar igualmente en el bolsillo y depende un poco del sitio, si hay mucha gente yo creo que de momento habrá personas que se la quieran poner. Luego el verano yo creo que marcará un antes y un después y ahí se va a notar", confía Edgar.

Pese a que dejará de ser obligatoria en la mayoría de espacios interiores, a excepción de los centros sanitarios, sociosanitarios y el transporte público, su uso pasará a ser recomendado en lugares en los que no se mantenga la distancia y la exposición sea larga. 

Todo apunta a que será un proceso escalonado, como sucedió cuando dejó de ser obligatoria al aire libre. La mascarilla se ha convertido en un objeto imprescindible tras más de dos años de pandemia y el miedo al contagio continúa entre muchos leoneses.