El fuego de La Cabrera reaviva las sombras de Castrocontrigo

Finales de agosto, mucho calor,un incendio que no se logra controlar en un paisaje muy duro, la noche que se mete, las cenizas que vuelan por todas partes, el ruido de las hélices cesa y brota el de las cadenas de los bulldozers, las voces de los brigadistas, los todoterrenos, los nervios, el viento, las piñas, los bates, la tierra quemada, la pena, las sombras y al final de la lista el balance: cinco ayuntamientos afectados (Castrocontrigo, Luyego, Quintana y Congosto, Castrillo de la Valduerna y Destriana); diez juntas vecinales; 10.555 hectáreas de superficie arbolada (en su mayoría de pino resinero) y otras 1.170 de matorral, pastos y cultivos; un perímetro de 60 kilómetros; un millón de euros de costes de extinción.

De aquello hace cinco años. Desde el 19 de agosto hasta el 6 de septiembre de 2012 el fuego campó a sus anchas por las faldas del Teleno amenazando pueblos de La Valdería y el valle del Jamuz, que también tuvieron que ser evacuados.

El recuerdo de la catástrofe natural regresa cada agosto a la mente de buena parte de los leoneses, especialmente los que lo vivieron más de cerca que lo recuerdan como una "pesadilla". Una pesadilla que ha regresado en la madrugada del pasadomartes para mantener en vilo a los vecinos de La Cabrera que mantienen la vista fija en las líneas naranjas monte arriba, a no muchos kilómetros de Castrocontrigo.

En los incendios convectivos se da una peligrosa mezcla de vientos, baja humedad y altas temperaturas En aquel final de verano del 2012 se dieron "las condiciones perfectas" para un siniestro de grandes magnitudes en un incendio de tipo convectivo en el que llegaron a formarse torbellinos de fuego. Las mismas que se reproducen estos días en La Cabrera con viento, altas temperaturas y baja humedad, entre otras.

Aquellas sombras de ceniza que hace cinco años oscurecieron el paisaje de Castrocontrigo reaparecen cada verano en estas fechas. Mucho más en el quinto aniversario, reavivadas por las llamas del ‘vecino’ fuego de La Cabrera.