El gasto farmacéutico en León roza los 150 millones el pasado año

El aumento está en parte justificado por la atención a pacientes de otras comunidades que acceden a su medicación a través de la receta electrónica

L.N.C.
03/04/2022
 Actualizado a 03/04/2022
Imagen de archivo de una farmacia. | EP
Imagen de archivo de una farmacia. | EP
El gasto farmacéutico suma y sigue, impulsado por el incremento de la edad de la población, los perfiles pluripatológicos, la cronicidad y la aparición de nuevos principios activos en el mercado. Castilla y León cerró el último año con cifras récord que no había logrado alcanzar en la última década, y eso que en 2018 superó ya los 609 millones. La factura alcanzó los 687,35 millones de euros, un 4,8 por ciento más que en el de la pandemia, y un nada despreciable 22 por ciento a mayores sobre 2012, cuando sumó 561,85 millones de euros. Son diez años de crecimientos continuados que contribuyen a oprimir el presupuesto sanitario que siempre, en esta comunidad y en el resto, se queda corto.

Este gasto representa la cuantía que se financia de todos los medicamentos prescritos y dispensados en receta del conjunto de Sacyl. En 2018 se rompió el techo de los 600 millones, con subidas porcentuales que en ese ejercicio se situaron en el 2,7 por ciento, para instalarse ya por encima del 3,5 por ciento al siguiente.

Los últimos indicadores de prestaciones farmacéuticas de la Gerencia Regional de Salud, a los que ha tenido acceso Ical, indican que en el último año el gasto al mes por persona protegida, que incluye el reintegro de gasto por aportación, fue de 24,44 euros, cuando hace diez años era de 19,45, lo que implicó una factura de 293,19 euros anuales. Esto se traduce en un repunte del 4,47 por ciento sobre el dato de 2020.

El gasto ha ido creciendo motivado por el aumento el consumo de envases que en 2021 fue de 57,1 millones, un 3,4 por ciento más, con un promedio mensual de 4,75 millones. Mientras, hace diez años fueron 50,33 millones, en un ejercicio en el que se logró contener la prescripción en un 6,46 por ciento, con un promedio mensual de 4,19 millones de recetas.

Por provincias, se observa que el volumen de envases prescritos se ajusta, en cierta medida, al volumen de población. León y Valladolid acumularan los mayores porcentajes, con un 19 y un 20,9 por ciento, en cada caso, hasta los 11,9 y 10,8 millones. En tercer lugar se coló Salamanca, con un 14,4 por ciento (8,2 por ciento) y en cuarto, Burgos, con un 13,1 (7,45 millones). Soria representó el 3,4 por ciento (1,94 millones), y Segovia consumió el 5,8 por ciento (3,29 millones). Mientras, Ávila representó el 8,4 por ciento (4,7 millones); Zamora, el 8,3 (4,75 millones) y Palencia, el 6,8 por ciento (3,88 millones).

No obstante, si se hace la media por envase y mes la curva cambia, en cierto grado por la edad y otros indicadores como la afluencia de personas de otras autonomías, ya que este volumen de recetas incluye también a pacientes de otras comunidades que acceden a su medicación habitual en farmacias de Castilla y León a través de la interoperabilidad de la receta electrónica. La media autonómica se cerró en 2,03 envases por persona y mes, y Ávila, Zamora y León fueron los lugares donde más se consumieron, con 2,53 unidades en el primer caso, y 2,47 y 2,28 en los otros dos. Mientras, los pacientes de Burgos y Valladolid utilizaron una media de 1,76 y 1,75 por persona protegida y mes.



Edad y grupos terapéuticos


El análisis por grupos terapéuticos arroja que las personas 75 o más años son las que consumen más medicamentos, excepto en el caso de los productos antiparasitarios, insecticidas y repelentes. Representan el 40,19 por ciento de los envases, seguidos, por los grupos de las horquillas de entre 65 y 74 y 55 y 64, con un 22,05 y un 17,17 por ciento.
La población entre 15 y 44 representa un consumo del 9,03 y la de entre 45 y 54, del 9,97 por ciento. Mientras, los niños alcanzan un 1,5 por ciento, con un 0,057 en el caso de los que menores de cinco años, y un 1,01 por ciento en el grupo de 5 a 14.

Por grupo terapéutico, la población de 75 años o por encima lo que más consume son fármacos para el tracto alimentario y metabolismo; sangre y órganos hematopoyéticos, y para controlar el sistema cardiovascular, patrón que se repite entre quienes tienen entre 65 y 74 años. De hecho, estos grupos entran en los que representaron mayor gasto el año pasado, así como en ejercicios anteriores, con impactos del 21,28 por ciento, en los de tracto alimentario; del 23,89, en los del sistema nervioso, y del 17,8 por ciento en el del sistema cardiovascular. Los tres superan el 60 por ciento del gasto.

Entre los 45 y los 64, los más consumidos son los agentes antineooplásicos e inmunomoduladores; para el sistema musculoesquelético, y productos antiparasitarios. Este grupo es el mayoritario entre los que tienen entre 15 y 44, junto a los productos dermatológicos y para el sistema respiratorio, al igual que entre los de 5 a 14. Los bebés y los menores de cinco años lo que más precisan son fármacos antiinfecciosos para uso sistémico, dermatológicos y preparados hormonales sistémicos.

En función del sexo, se observa que los hombres gastan más -con un importe medio por envase de 15,38 euros- en todos los grupos terapéuticos, salvo en el de sistema musculoesquelético y productos antiparasitarios, insecticidas y repelente. El importe medio de las mujeres es de 12,07 euros.
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