En este trienio han crecido de los 50 miembros que eran en los primeros tres meses de vida y también lo han hecho en productos de catálogo, alcanzando los 2.000. Según el gerente del Grupo, Eduardo Fernández, que al lado de Ana Burgos lleva adelante el proyecto, no queda ya solicitudes de productos sin cubrir «aunque ahora nos están pidiendo comida para mascotas», dice, que siga los principios que mantienen en el resto de alimentación saludable, cultivo ecológico, saludable y sobre todo fresco y de calidad.
Esas son las bases que consideran que les han hecho crecer de manera tan acelerada y no descartan esa incursión en la comida para animales.Pero por ahora se centran enmarcar los pedidos de los socios, puesto que el 80% de su mercancía va destinada a ellos. Lo que más solicitan es «fruta, verdura, legumbres» además de los cimientos con los que se inició el grupo, el pescado de la lonja de Celeiros «porque hay que recordar que nosotros tuvimos esta iniciativa porque queríamos consumir producto del mar fresco y no nos lo servían si no éramos un grupo».Después de serlo se han sumado a la carne de Fornela o al pollo ecológico de Zamora, pero también cuentan con productos cosméticos o de despensa «pero nuestro sello es el fresco, que es lo que nos diferencia de otro tipo de ventas». Ahora y tras ocupar un primer local cerca del Mercado de Abastos, que llegó al año de iniciar el camino marcado y de trabajar desde el extinto Hotel Madrid convocando mercados periódicos, el Grupo tiene una nueva sede en otro cercano de 200 metros cuadrados con el fin de tener más capacidad «sobre todo de hacer los pedidos, que es lo que más espacio requiere», explica Fernández.
Talleres de cocina
Para completar el círculo iniciado hace tres años, el Grupo no quiere quedarse en ser distribuidores de comida sana y ecológica, calificativos que, considera Fernández, les han permitido la entrada sobre alfombra roja a los hogares de los bercianos -ponferradinos principalmente- estimulados por llevar una alimentación lo más saludable posible. Para ello, además, quieren realizar talleres de cocina, de nutrición, acompañados de especialistas a los que piden implicación para completar esa misión iniciada.
Las primeras iniciativas, bajo el paraguas de un segundo proyecto paralelo denominado ‘El Bierzo revolución saludable’ les han llevado al campus berciano y al Ayuntamiento de Camponaraya, el único con el que tienen un convenio para llevar adelante este tipo de propuestas formativas. También se ha presentado a la iniciativa Bierzo Hub de la Junta con el fin de poner en valor sus peculiaridades y mostrar que ocupan un hueco necesario «por respeto al medio ambiente y por un futuro sostenible y próspero». Aún queda otro proyecto: abrir la venta online, un campo que aún no han tocado por la complejidad para gestionarlo.