De este modo, en León desaparecerán las paradas interautonómicas de Almanza, Boca de Huérgano, Boñar, Castrotierra de Valmadrigal, Cebanico, Cistierna, Crémenes, Cubillas de Rueda, Gordaliza del Pino, Izagre, Mansilla Mayor, Matallana de Torío, Matanza, Oseja de Sajambre, Palacios del Sil, Riaño, La Robla, Sabero, Sahagún, Santa Cristina de Valmadrigal, Santa María del Páramo, Santas Martas, Toral de los Vados, Toreno, Valdefresno, Valdepiélago, Valdepolo, Valderrueda, Vallecillo, Valverde de la Virgen, Valverde-Enrique, La Vecilla, Vega de Valcarce, Vegaquemada, Villablino, Villadangos del Páramo, Villamanín, Villamoratiel de las Matas, Villasabariego y Villaturiel.
En total, el número de pueblos afectados por esta reestructuración de las concesiones de autobús en Castilla y León son 346, con una población de 213.436 personas (casi el diez por ciento de los habitantes de la Comunidad), si bien los viajeros que las utilizaron en 2019 fueron 92.078. Según el documento del Ministerio, se trata de municipios “con muy poca población o que presentan una demanda de viajeros entre comunidades autónomas muy exigua”.
Por provincias, la reestructuración del mapa de transporte por carretera, según el documento consultados por Ical, queda de la siguiente manera:
Ávila tiene 86 municipios afectados, donde viven 34.300 vecinos y cuyas paradas eliminadas utilizaron en 2019 un total de 29.937 viajeros. En Burgos, con 78 pueblos, con 25.119 habitantes y 14.330 pasajeros; en León, hay 40 entidades locales, con 54.922 personas y 3.865 viajeros.
En Palencia, los pueblos perjudicados son 24 que acogen a 30.500 personas y supusieron en 2019 6.462 viajes; en Salamanca se eliminarán las paradas de 33 municipios (17.483 habitantes) y que utilizaron 7.596 personas, mientras que en Segovia, son 21 ayuntamientos con 7.445 habitantes y 14.823 viajeros en 2019.
Soria ve perder la parada en 33 entidades, con 7.608 vecinos y 3.955 pasajeros en el año de referencia; Valladolid dejará de tener el servicio en 24 pueblos, con 32.643 habitantes y 8.794 pasajeros, mientras que Zamora es la provincia menos afectada con sólo siete municipios (3.417 vecinos) y 2.316 viajeros.
Además de Villablino y Valverde de la Virgen, los municipios con mayor población que se verán afectados por esta supresión de paradas son Villamuriel de Cerrato, Zaratán, Guardo, Guijuelo, Simancas, Las Navas del Marqués y Peñafiel, si bien sólo en esta última localidad y en Guijuelo el número de pasajeros en 2019 superaron el millar.
500 viajeros anuales
Esta eliminación de paradas tiene que ver con los nuevos criterios que establece el Ministerio para la reestructuración del transporte, como son la inclusión exclusivamente de los tráficos interautonómicos (ahora alguna de estas rutas se utilizaban para unir localidades cercanas de la Comunidad),de las paradas con una demanda superior a 500 viajeros anuales (2.000 en el caso de las áreas metropolitanas) y establecer como paradas a demanda aquellas que tengan entre 500 y 1.000 viajeros anuales. En el contrato de la concesión se procura también que las cabeceras estén también en las capitales de provincia o principales ciudades.
Dado que únicamente se van a prestar servicios de carácter interautonómico y que hasta ahora en estas concesiones se recogían también tráficos entre localidades de Castilla y León, el nuevo mapa supone también perder un total de 3.357 relaciones entre pueblos de la Comunidad, que supusieron en 2019 un total de 349.359 viajeros. Algunos son rutas tan significativas como las que unen el Espinar y Segovia; Belorado, Villarcayo o Medina de Pomar con Burgos, Ágreda, Ólvega y Almazán con Soria o Arévalo con Salamanca.
Asimismo, se perderán otros 4.789 tráficos interautonómicos que afectan a Castilla y León, por lo que, según el documento, el usuario deberá realizar transbordos para hacer rutas que ahora se realizan directamente. Los más afectados son enlaces que unen pueblos de la Comunidad con el País Vasco (967), La Rioja (825) y Madrid (806). De todos ellos, sólo 36 tienen una demanda de de más de 500 viajeros. Por el contrario se incorporan 58 nuevas rutas, como las que unirán varias localidades burgalesas (Aranda de Duero, Lerma, Briviesca o Miranda de Ebro) con Ordizia; las que enlazarán Ávila con Cabezuela del Valle, Plasencia, San Martín de Valdeiglesias, Toledo, Tornavacas o Torrijos; O Barco de Valdeorras y Ponferrada; Benavente con Ponteareas y Sanxenxo; Logroño con Palencia, Tordesillas y Toro; Medina del Campo o Boecillo con Asturias, y Burgos con Estella o Reinosa, entre otros.
11 Corredores discurren por Castilla y León
Con los criterios establecidos, el Ministerio de Transporte ha diseñado un total de 22 corredores de transporte en todo el país, de los que la mitad, once, 11 discurrirán por Castilla y León. Son lo siguientes: Madrid-País Vasco-Cantabria, con Burgos como principal enlace en la Comunidad; Madrid-león Asturias (con servicio también en Valladolid, Palencia y Ponferrada), Madrid-Galicia (a través de León y Ponferrada), Madrid-Ávila-Zamora-Salamanca, Madrid-Soria-Navarra-La Rioja y el Eje transversal Galicia-Cataluña (con Ponferrada, León, Palencia, Valladolid, Salamanca, Zamora, Burgos y Soria, como principales áreas urbanas de la Comunidad).
También figuran el Corredor Norte-Noroeste (de Santander a Reus y que incluye paradas en el norte de Burgos), el Madrid-Extremadura Huelva (con algún servicio en el sur de Ávila), la Ruta de la Plata (que incluye León, Zamora, Salamanca, Valladolid, Palencia y Burgos), Madrid-Toledo (que dará servicio por Ávila) y Madrid-Segovia.
Según el Ministerio de Transportes, este nuevo mapa concesional persigue contribuir a "solucionar las necesidades de movilidad de los ciudadanos", proporcionar "la mayor conectividad posible", permitir "obtener una mayor eficiencia en el gasto público" y garantizar la rentabilidad de las líneas para los operadores de transporte. El diseño surge de un análisis de la situación que ha revelado "múltiples disfuncionalidades" del sistema, entre las que cita la existencia de servicios de carácter regional y provincial que se prestan y de la constatación de que existe un incremento de la actividad económica en los entornos urbanos y, por lo tanto, una mayor movilidad y una menor actividad en las zonas rurales, "donde la población ha descendido y se ha envejecido".