El nuevo vaso del CTR entrará en servicio la próxima semana

El nuevo vaso del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de San Román de la Vega entrará en uso, previsiblemente, la semana que viene, aunque podría hacerlo en la presente, según explicó este martes el presidente de Gersul, Ángel Calvo. Todo depende del momento en el que se colmate por completo el vaso actual, que en una ocasión ya ha sido llenado hasta el límite, pero la presión rebajó hasta en 40 centímetros la altura de la masa de residuos. Calvo apuntó quela intención es optimizar al máximo los recursos y, por ello, no entrará en servicio el nuevo vaso hasta que el actual esté totalmente lleno para su sellado, algo que ocurrirá como muy tarde al finales de la próxima semana.

Medio Ambiente ha dado las oportunas licencias para comenzar a llenar el nuevo vaso, después de la inspección del pasado viernes, y desde Gersul ya han realizado los trámites administrativos pertinentes para los cambios en la explotación del nuevo espacio. En base al pliego de condiciones del acuerdo que Gersul adoptó con la Junta de Castilla y León y con Somacyl, la empresa adjudicataria se encargaría de la «puesta en marcha» durante los primeros seis meses de utilización.

Para ello era necesaria una modificación del contrato del consorcio de Gersul con la UTE Legio VII, que hasta ahora realiza también la gestión de los residuos de rechazo. El paso de esta competencia a las empresas que construyeron el nuevo vaso supone «cuantificar qué deja de hacer (Legio VII) y qué importe supone para dejar de pagarle eso que va a hacer otro». El acuerdo ya se adoptó ayer con el respaldo de la asamblea, ya que solo se abstuvo la representantes de San Andrés del Rabanedo, Olga Pérez (CS), mientras que el resto de los votos fueron favorables. La propuesta económica tasa en algo más de 2,8 euros por tonelada el importe que Gersul tendrá que abonar a la nueva empresa.

Por su parte, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, apuntó que «cuando transcurran los meses y haya que tomar otra decisión, o la misma, la tomará el órgano correspondiente». Considera que, en cualquier caso, «será una gestión ordenada y regular, como corresponde a una instalación de importante magnitud».

Suárez-Quiñones concluyó su valoración de los cambios en el CTR afirmando que «lo importante es que el vaso anterior termina su vida y si no se hubiera trabajado de forma rápida y coordinada entre la Junta, la Diputación y el consorcio no tendríamos hoy una obra terminada y en servicio que va a permitir mantener la gestión adecuada de los residuos».