No hacen falta muchos números para concluir que la provincia de León tiende a vieja, que cada día hay más mayores en los bancos y menos niños en las escuelas o que son demasiados los jóvenes que viven lejos del terruño por cuestiones laborales, que es lo mismo que decir que aquí no encontraron trabajo. Sin embargo, a veces las cifras ayudan a darse cuenta de la magnitud del asunto, y en este caso el asunto es que por cada estudiante que hay en esta provincia, hay cinco jubilados. Así se desprende de los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada al cierre del segundo semestre de este año, que comparados con los de años anteriores permite comprobar cómo esta proporción se amplía cada vez más, pues en el año 2005 los estudiantes y los jubilados estaban uno a cuatro.
Según la citada estadística, a 31 de julio de este año había en León un total de 183.620 personas inactivas frente a las 210.540 activas. De las que están en disposición de trabajar, 25.730 estaban en situación de desempleo dejando la cifra de ocupados en 184.810, prácticamente los mismos que inactivos y menos que la suma que resulta de sumar los inactivos y los parados, que se dispara a 210.350 leoneses.
Por clase de inactividad –dejando ya los parados a un lado, que estos engrosan las estadísticas de activos–, se contabilizaban en la citada fecha 22.720 estudiantes, casi diez mil menos que en 2005, ejercicio con el que se han comparado estas cifras. También hay menos jubilados y pensionistas, casi 10.000 menos también en este caso, pero es una caída que se mueve en números más altos y no evita que se amplía la brecha ya antes señalada entre jóvenes y mayores. De 114.760 que había en 2005 se ha pasado a 105.790 al cierre de julio de este año. Y no parece que sea tanto por pérdida de población mayor, sino porque se retrase la edad de jubilación.
Donde también se ha notado una reducción, y ésta todavía mayor, es en el colectivo de personas dedicadas a las labores del hogar. Trabajan, y mucho, pero su labor no está remunerada. En 2005 eran 58.220 y hace sólo un mes la EPA las cifraba en 38.750. Probablemente estos números empezaron a caer con la incorporación de la mujer al mundo laboral, pero parece que la crisis, la precariedad en el empleo y los nuevos modelos de hogar también han contribuido a reducir esta cifra.
El otro grupo que la estadística incluye dentro de los inactivos es el de personas incapacitadas, aquéllas que no están disponibles para trabajar. De éstas había a 31 de julio 17.360, casi el triple que en la misma fecha de 2005, cuando se contabilizaron 7.940.
Así evoluciona la población de la provincia leonesa, a más edad, menos activos y menos jóvenes que cojan el reemplazo.
El número de personas dedicadas a las labores del hogar cae un 33% desde 2005
Crece la proporción de pensionistas que hay en la provincia por cada estudiante
01/09/2019
Actualizado a
18/09/2019
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