El patrimonio minero de la Hullera se queda sin apenas vigilancia

Un único guarda por turno se encarga de controlar todas las instalaciones de HVL

D.L. Mirantes
15/07/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Chatarra amontonada en las instalaciones del Pozo Aurelio de Santa Lucía. | DANIEL MARTÍN
Chatarra amontonada en las instalaciones del Pozo Aurelio de Santa Lucía. | DANIEL MARTÍN
Cerca de 40 kilómetros de galerías subterráneas en desuso abiertas al público. No es el eslogan de un parque temático para revitalizar una cuenca deprimida es la conclusión que saca cualquier persona que se acerque al Pozo Aurelio de Santa Lucía de Gordón o a Tabliza de la Hullera Vasco Leonesa (HVL).

La ausencia de vigilantes después del recorte realizado por el Administrador concursal de la minera supone un doble riesgo. Por una parte, los bienes de la empresa quedan a merced de los ladrones que ya han perpetrado diversos asaltos en busca de cobre o de los otros muchos materiales que se pueden encontrar en los distintos grupos. Por otra parte, ante la falta de obstáculos la temeridad puede empujar a alguna persona a intentar adentrarse en la mina donde existen pozos con hasta seiscientos metros de caída. En la explotación de Santa Lucía de Gordón, por ejemplo, no hay una alambrada que impida el acceso hasta el mismo castillete.

La ausencia de control en las instalaciones mineras convierte el lugar en un "bufé libre" para los delincuentes como reconocen las fuentes consultadas. En estos momentos, el servicio de seguridad, prestado por Seguribérica (en concurso de acreedores) solo cuenta con cinco vigilantes para todos los turnos. Con ello un único empleado se encarga en cada turno de controlar desde La Robla todas las instalaciones de la minera, incluidas las minas de interior que actualmente está desmantelando la empresa Radial21.

La indefensión es total. Hace cerca de un año se le retiró el arma a los vigilantes después de que Seguridad Privada considerara que el servicio no es de riesgo, con lo que los pocos encargados de proteger los bienes de la empresa cuentan con un recurso menos y se encuentran más expuestos en un eventual enfrentamiento.

En Fábrica, Pozo Aurelio y Tabliza se pueden observar montones de cables, de perfiles metálicos, maquinaria ligera desvencijada, aluminio... En Fábrica, Pozo Aurelio y Tabliza se pueden observar montones de cables, de perfiles metálicos, maquinaria ligera desvencijada o aluminio sin apenas protección. Las fuentes consultadas explican que en uno de los últimos robos los delincuentes "iban perdiendo el cobre" en la fuga. Dentro de los edificios hay armarios eléctricos, bombas, grúas, herramientas, ordenadores, compresores, etcétera, quese encuentran abandonados. No obstante, en el caso de Ciñera, el pozo se encuentran "desvalijado" y ex trabajadores de la minera aseguran que "de allí se llevaron hasta los azulejos", una situación que se podría repetir en el resto de las instalaciones de HVL.

La minera ya sufrió otros robos, aseguran las mismas fuentes, como el del cable de una de las cintas transportadoras próximas a La Robla. También en el grupo conocido como Fábrica se produjeron en su día asaltos, con consecuencias para los vigilantes.
Por todo ello, buena parte del patrimonio del que fuera gigante minero de la montaña central leonesa –llegó a contar con 4.000 trabajadores–, hoy en concurso de acreedores está hoy a merced de los ladrones.
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