No obstante, para el titular de la institución, Javier Amoedo, no se trata de una reducción preocupante. Reconoce que al cierre del año el número de reclamaciones registradas en la casa será "menor" que el de 2013, pero no en exceso. Según su experiencia, "diciembre es un mes fuerte en este sentido, en el que la gente coge vacaciones y regresa a sus casas". "Se presentan muchas", subraya. Tanto es así que en los primeros días del mes ya se habían producido 80 nuevas reclamaciones, lo que lleva a pensar que al finalizar el año la cifra general de quejas estará "por encima de las 2.000", según Amoedo. Un número con el que permanecerán alejados de la suma de 2013 y más aún de la de 2012, cuando hubo 4.264 (año récord), pero que resulta muy similar a la media de los ejercicios anteriores.
En el Procurador del Común de Castilla y León la cantidad de quejas que llega cada año es muy variable y depende de diversos factores. En 2007 se recibieron 2.028; en 2008 y 2009 aumentaron hasta las 2.334 y las 2.484 respectivamente y en 2010 cayeron hasta las 1.992. El año siguiente superaron las 2.400 y en 2012 se dispararon hasta las 4.264 para reducirse un año más tarde hasta las 3.300.
La explicación a estas diferencias responde a diferentes motivos. Por una parte, Amoedo insiste en que una cosa son las reclamaciones individuales y otra las colectivas, ya que estas últimas a nivel estadístico cuentan como una única queja «aunque vayan firmadas por cuarenta personas», por lo que el reparto, en ocasiones, no es del todo equitativo si se tiene en cuenta este criterio.
Del mismo modo, destaca que la cantidad de reclamaciones depende también en buena medida de los temas de actualidad de ese año y de su impacto sobre los ciudadanos. Por ejemplo, la causa del elevado número de quejas de 2013 tuvo dos razones "muy claras" para Amoedo. Por un lado, la supresión de los servicios de las urgencias rurales nocturnas (responsable también de casi la mitad de las reclamaciones de 2012) y, por otro, los precios públicos por servicios académicos aplicados a familias numerosas.
Origen y área de estudio
El número de quejas que entran en la institución cada año se separan en función de su procedencia y de su área de estudio. En el primer apartado se dividen entre las que llegan de cada una de las nueve provincias de la comunidad, las que se derivan de otras zonas del territorio nacional, las que vienen del extranjero y las de origen desconocido. Por su parte, en el segundo bloque se clasifican por su temática, destacando en 2014 las de carácter medioambiental (con 369 quejas, el 19,18 por ciento del total); las que se refieren al régimen jurídico de las corporaciones locales, bienes y servicios municipales (con 338, el 17,57 por ciento) o las de fomento (con 226, el 11,75 por ciento).
Del repunte de las medioambientales tiene la culpa, entre otras cuestiones, el ‘fracking’. Durante este año se ha constatado de Castilla y León es una de las comunidades autónomas del país con más metros cúbicos de un gas que se encuentra bajo la pizarra y que sólo puede extraerse a través de la técnica denominada como ‘fracking’ o fractura hidráulica. Algo que ha generado opiniones contrapuestas, enfrentando a los que lo defienden como una práctica generadora de riqueza y empleo y a los que la rechazan y temen su impacto ambiental. Especialmente combativos en este punto han sido en la provincia de Burgos, desde donde han llegado un buen número de quejas ciudadanas.
Por su parte, en 2013 la mayor cantidad de reclamaciones se agrupó en el área de Sanidad y Consumo (un 29,82 por ciento del total), seguida también por las referentes al régimen jurídico de las corporaciones locales, bienes y servicios municipales (10,21 por ciento) y a las de función pública (9,52 por ciento).
Las actuaciones de oficio también han bajado en 2014, iniciándose 18 frente a las 35 del año anterior, pero se han dictado un mayor número de resoluciones. Según Amoedo, "en los últimos 11 meses hemos emitido unas 52 al mes". Aún así, el Procurador del Común recuerda que aún no se ha cerrado este ejercicio y el último mes del año es de mucho trabajo "porque los asesores tratan de dejar al día lo máximo posible".