El perfil de la paciente suele ser el mismo siempre: jóvenes de unos veinte años que tiene el pecho pequeño y quiere aumentarlo, o mujeres con más de 40 años que tras haber tenido hijos quieren incrementar el volumen de sus senos o corregir la flacidez o la caída provocada por el paso del tiempo.
Está la clásica mujer joven de 20 años con mamas muy pequeñas y que le crea complejo y está la clásica mujer que ha dado lactancia y ha perdido volumen mamario "Está la clásica mujer joven de 20 años con mamas muy pequeñas y que le crea complejo y está la clásica mujer que ha dado lactancia y ha perdido volumen mamario", señala el doctor Juan Blanco, de la Clínica San Francisco. Es una tendencia que también confirman el doctor Díaz Luna o Rubén Álvarez, del Hospital San Juan de Dios.
Estos especialistas detallan que hay varias posibilidades para escoger el lugar de la incisión, como la areola, el surco submamario e incluso por vía axilar. "A nosotros nos suele gustar en el surco submamario, para intentar distorsionar lo más mínimo la areola, que en el fondo es el lugar donde uno primero deposita la mirada cuando ve una mama", resalta Álvarez. De hecho, al elegir este sistema, se consigue que la cicatriz "quede muy escondida por la caída natural de la mama". Blanco señala que hay otra opción, "las inyecciones de grasa", pero estos especialistas han comprobado que supone algunos perjuicios para las pacientes, y a veces obliga a nuevas intervenciones para aumentar la dosis. "Lo más fácil es la colocación de prótesis", afirma este especialista de la Clínica San Francisco. Ese es precisamente otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de la intervención, puesto que el material con el que se compone el implante es muy importante para asegurar el éxito de la operación, pero sobre todo la salud de la paciente y que se evite cirugía reparadora en el futuro.
Prótesis de gel cohesivo de silicona
"Hay varios modelos, pero todos tienen en común que son prótesis de gel cohesivo de silicona", detalla el doctor Álvarez, que recuerda que ha habido una evolución entre los implantes. En San Juan de Dios, según resalta, apuestan por las primeras marcas para evitar deterioros y complicaciones futuras, aunque habitualmente suelen ser todos de más calidad que en el pasado.
Si se rompe el gel de silicona no suele migrar o desparramarse en el interior del cuerpo como pasaba hace añosPor eso resalta que "si se rompe el gel de silicona no suele migrar o desparramarse en el interior del cuerpo como pasaba hace años". "De hecho hemos detectado implantes rotos que no daban ningún tipo de manifestación ni migración de silicona o problemas para las pacientes", agrega el especialista de San Juan de Dios, que junto a su compañero David Robla, es el encargado de estas intervenciones quirúrgicas.
La colocación también puede variar y se ajusta a las necesidades o la complexión de la paciente. De esta forma, las prótesis pueden estar situadas "debajo de un músculo pectoral o debajo de la glándula mamaria, aunque la vía preferible es debajo del músculo". Y es que un implante "no deja de ser un cuerpo extraño, no se imbrica o se integra con el organismo, y es interesante que quede bien protegido y que no se noten los bordes", agrega Álvarez, para el que hay otros aspectos relevantes para elegir esta opción, como es en el caso de las pacientes muy deportistas, "que se pueden beneficiar de una ubicación por encima del músculo para no interferir".
Además, la forma del implante también depende de la paciente, ya que puede ser más parecido a una lágrima o ser más redondo. Pero si importante es el tipo, quizá la clave es el volumen del implante, que es el verdadero origen de una operación de aumento de pecho. Aquí lo básico es tener en cuenta el cuerpo de la mujer que va a ser operada, puesto que "no es lo mismo una persona que mide 1,60 y tiene una complexión muy delgada que una que mide 1,75", detalla Álvarez. "Miramos siempre la anchura del tórax para elegir el implante, pero también influye la edad, ya que no es lo mismo una persona que se ha sometido a un primer aumento mamario que una paciente que, tras muchos años, su cuerpo ha cambiado, por lo que es aconsejable que a la vez que se revisa esa cirugía, se recambien los implantes por unos mayores", añade este especialista, que aclara que los colocados ahora no tendrán por qué ser intercambiados en el futuro.Ante estas circunstancias, las pacientes eligen en una horquilla que va desde los 75 hasta los 600 centímetros cúbicos, según resalta Blanco. "Lo habitual es que para las jóvenes se utilicen implantes de 250 a 300 centímetros cúbicos, mientras que para las mayores de 40, podemos llegar a 400", agrega Álvarez. Eso sí, todos los especialistas suelen negarse a colocar implantes no acordes a la complexión de la paciente, aunque en León no se suelen encontrar con peticiones exageradas. Yes que según desvela el cirujano plástico de San Juan de Dios, los representantes de prótesis les suelen comentar que "de Madrid para arriba se colocan implantes mucho menores que de Madrid para abajo". "Eso tiene que ver tanto por el carácter de las personas o el tiempo, que permite que puedas lucir este tipo de cirugías que con el tiempo que tenemos aquí no es posible", agrega Álvarez.