El restaurante El Capricho de Jiménez de Jamuz defiende la calidad de sus productos

Tras la información publicada este lunes en este periódico, de la que se hicieron eco numerosos medios de comunicación de ámbito local, autonómico y nacional, acerca la sanción impuesta a la mercantil Cecinas y Carnes de Buey El Capricho S.L. a raíz de una inspección que dio pie a la inmovilización de 2.800 kilos de carnes rojas propiedad de esta empresa por diversas deficiencias –carecer de número de registro sanitario de la empresa que realizó el tratamiento de congelación, por no tener la marca de salubridad, por ausencia de la fecha de caducidad o consumo preferente o incluso por estar ya caducada–, el gerente de la mercantil y el restaurante, José Gordón, quiso manifestar lo siguiente: «El restaurante El Capricho nunca ha sido objeto de multa, ni pende proceso penal contra esta empresa de restauración, tal y como se informa, entendemos que por error, en la publicación de ese periódico de 4/04/2017. Por consiguiente, a la vista de la difusión de tal noticia, que afecta a la empresa, clientela,empleados y entorno social donde El Capricho desarrolla su labor, procede indicar que esta empresa nunca ha sido objeto de inspección sanitaria, ni de imposición de multa por infracción en tal sentido, así como tampoco es parte en proceso penal alguno ante los tribunales españoles, ni antes como imputada ni actualmentecomo investigada, siendo que nunca ha variado su denominación social desde su constitución. El Capricho garantiza la trazabilidad y la excelencia de todos sus productos, donde los procesos de maduración de la carne se erigen en requisito de esencial cuidado y atención, sometidos a exigentes controles de calidad,contrastado a nivel mundial, resultando innecesario acudir a procesos de congelación, por otra parte ausentes en la Carta del Capricho, para colmar las expectativas demandadas pornuestros clientes. Se ofrece a los medios de comunicación, asistir a todo el proceso de elaboración de nuestros productos, desde la compra del animal, su estancia en nuestras fincas a la degustación en el restaurante, contratando la ejecución de trazabilidad en cada fase.»

En todo caso, tal y como obra en la documentación de este periódico y de acuerdo a las fuentes consultadas, sobre la empresa Cecinas y Carnes de Buey El Capricho S.L. se impuso en el año 2013 una sanción de 15.000 euros por infracción administrativa de naturaleza grave que a día de hoy no ha sido abonada y que se ha requerido, por parte de la Junta de Castilla y León, por vía de apremio.

La multa deriva de una inspección realizada por el Seprona de la Guardia Civil en diciembre de 2012 en el marco de la operación Opson II, que tiene como finalidad la lucha contra la falsificación, adulteración, venta, etiquetado, comercio o distribución ilegal de productos alimenticios. Fruto de esta inspección rutinaria quedaron inmovilizados 2.800 kilos de carne de la empresa Cecinas y Carnes de Buey El Capricho SL por sospecha razonable de riesgo para la salud pública.

De ello se derivó la citada multa de 15.000 euros por infracción administrativa grave que aún no ha sido abonada. Asimismo, la resolución contemplaba la destrucción de los productos intervenidos (los 2.800 kilos de carne roja de buey y vaca), medida a la que aún no se ha procedido por estar pendiente de que se pronuncie el juzgado, pues la inspección ha derivado también en un procedimiento penal en el que se acusa a la empresa de falsedad documental. La causa ha sido instruida por el Juzgado número 5 de los de León y está pendiente ahora, según informó a este periódico el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, de que se dicte auto de apertura de juicio oral.