El reto de acostumbrar a los leoneses al horario europeo

Las restricciones nocturnas obligan a adelantar a la hostelería los servicios de cenas, algo "complicado" para los hábitos de la ciudad

C. Centeno
12/10/2020
 Actualizado a 12/10/2020
Javier Rodríguez, jefe de cocina del restaurante Delirios, en el centro de la ciudad. | SAÚL ARÉN
Javier Rodríguez, jefe de cocina del restaurante Delirios, en el centro de la ciudad. | SAÚL ARÉN
Cenar a las ocho de la tarde. Ese es el reto que proponen algunos hosteleros leoneses para poder alargar un servicio truncado por las restricciones horarias que sufren bares y restaurantes desde el pasado miércoles a causa de la pandemia. La iniciativa, que surgió en Madrid para hacer frente a las mismas medidas, permitiría que las cenas finalizasen como muy tarde a las 23 horas, límite para cerrar por completo los establecimientos.

Sin embargo, supondría un cambio de hábitos «complicado» de implantar tanto en León como en España, reconoce el presidente de los hosteleros leoneses, Martín Méndez. Y es que aquí la costumbre es «más bien» cenar tarde, al contrario de lo que ocurre en otros países europeos, donde este horario sería el habitual para realizar la última comida del día. Existe la tradición de tomar algo antes de cenar, se come tarde e incluso la jornada laboral se alarga en ocasiones más allá de esa hora, por lo que es difícil de compatibilizar.

A pesar de ello, algunos restaurantes han iniciado campañas en las que piden a los clientes adelantar el reloj de las cenas y comenzar a las 20 horas para poder cumplir los horarios y seguir trabajando. Es lo que han hecho los locales del grupo by Vamuca, entre los que se encuentran Casa Mando, Marcela Brasas y Vinos, LAV o Nimú Azotea. A través de sus redes sociales han comunicado las modificaciones para adaptarse a las restricciones y recuerdan que «el futuro de la hostelería leonesa está en nuestras manos, cambiar nuestros hábitos nos permitirá sobrevivir», además de agradecer el «esfuerzo» y la «confianza» a sus clientes.

Las nuevas medidas para frenar el coronavirus en León son «una piedra más» para un sector castigado durante toda la pandemia y que se resiente, principalmente, de la falta de turismo. En el caso antiguo «no hay gente», recuerda Méndez y, además, «en el rato que hay algo más tienes que cerrar».

En los restaurantes la semana está siendo especialmente dura. «Hemos bajado las reservas un 70%», reconoce Juanjo Losada, que regenta junto a Yolanda Rojo el Pablo, reconocido con una estrellaMichelin. El menú degustación que sirven en el establecimiento se alarga durante cerca de dos horas, por lo que han tenido que adaptarse y tratar de adelantar las llegadas de los clientes por la noche para cumplir con el horario. «La gente lo está aceptando muy bien y se entiende la situación, es poner un granito de arena para que la hostelería no se muera», asegura aquejando también la falta de turistas en la ciudad ya que «estábamos en un 50% viviendo de ello».

A pesar de que «el hostelero tiene un ADN combativo y luchador y aguanta todo», esta situación está «haciendo mucho daño al sector», donde Losada no cree que estén las causas de la expansión de los contagios. «Nos estamos dejando la piel en tener medidas para que la gente esté segura», cuenta recordando que «nosotros generamos impuestos y trabajo» y hay «muchos proveedores» que caen cuando un negocio cierra. «Todos estamos de acuerdo en las medidas sanitarias», comenta, pero «si estás restringiendo tanto tiene que haber un mínimo de apoyo», porque «la solución de los Erte no le interesa a nadie».

«El panorama que viene es muy triste en León», lamenta Losada reclamando que las medidas apunten no tanto a la hostelería si no a otros asuntos como los botellones, la ocupación de los medios de transporte o los controles sanitarios para entrar y salir del país.

Esta semana también ha sido la «hecatombe» para el restaurante Delirios de la capital, que trata de adaptarse a las restricciones horarias nocturnas con los menús más cortos de su oferta para «que la gente pueda permitirse ir a cenar». Javier Rodríguez, al frente del establecimiento, asegura que también han adelantado los horarios de cenas y su oferta «se enfoca en tiempos más que en cantidades», por lo que encajan las horas para poder cerrar a las 23:00 ofreciendo el mismo servicio. Eso sí, los leoneses «están acostumbrados a cenar tarde y concienciar va a ser difícil, porque la gente también termina de comer tarde, no solo es el horario de noche», apunta. Además, desde que se ordenara el ‘cierre’ de León para que no se pueda entrar ni salir del municipio sin motivo justificado están detectando que «la gente sale menos por la noche».

Para animar a que los leoneses sigan yendo a su establecimiento anuncia una oferta para las cenas en las que incluirá el menú ejecutivo del mediodía, «más cortito» en tiempo, acompañado de un gin tonic por 25 euros. En la misma línea que Juanjo Losada, Javier Rodríguez reconoce que «muchos de nuestros clientes están reservando para antes», recordando que antes entraban comensales hasta las 23 horas, el máximo del que disponen ahora para cerrar. «Tenemos que estar todos unidos para salir de esto», pide.

El «bajón» está siendo «muy muy fuerte» en estos primeros días de octubre, en los que festivos como San Froilán y el Pilar animaban a la hostelería otros años, por eso recuerdan que el sector «es seguro» y ponen todo de su parte para cumplir con las medidas y evitar contagios en sus locales.
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