En dicho programa se plantea una inversión de 25.000 euros a subvencionar por la Diputación, recayendo sobre las entidades solicitantes al menos el 10% del desembolso total (2.500 euros). En caso de superar ese porcentaje, la propuesta obtendrá más puntos para ser concedida. Por ese motivo, la Junta Vecinal de Cofiñal ha decidido hacer un notable esfuerzo y poner el 15% del total de la inversión (3.750 euros).
El objetivo primordial que persigue la Junta Vecinal, que está encabezada por Pedro S. Lario, es «salvar del inminente peligro de derrumbe la espadaña del siglo XVIII».Para ello, el primer paso fue encargar al estudio del arquitecto Ricardo García Alonso la memoria técnica sobre el estado del templo. El informe del arquitecto evidenció que los daños estructurales ocasionados por las múltiples filtraciones de agua a consecuencia de una escalera construida sobre el paramento que sustenta la espadaña y apea sobre la bóveda están siendo el principal agente responsable del deterioro del templo. De no repararse ya, el riesgo de colapso está asegurado. Esta escalera de cemento, se colocó sobre un muro que sirve de contrafuerte tanto a la espadaña como a la nave.
Duras condiciones climáticas
El cemento, debido a las duras condiciones climáticas que soporta la villa montañesa, perteneciente al municipio de Puebla de Lillo, ha ido perdiendo su integridad y ha permitido que el hielo del invierno horade el muro de mampostería que sustenta la espadaña. El resultado: una amenazadora brecha en la pared de más de cinco centímetros en algunos tramos. Estas filtraciones incluso están deformando el muro hasta el punto de que su verticalidad es ya casi inexistente.
Tal como rezan las bases del plan ‘Iglesia abierta’, la comisión deberá valorar múltiples factores, no solo los técnicos, sino también los factores de conveniencia y oportunidad para la sociedad. Ambos fueron analizados por Alberto Diez Valbuena –vecino de Cofiñal, secretario de la Junta Vecinal y graduado en Historia del Arte por la Universidad de León– y su colega de profesión y estudios Abel Lobato Fernández, doctor en Historia del Arte por la Universidad de León.
Ambos se han encargado de la redacción y búsqueda de información sobre el templo cofiñalejo pudiendo evidenciar que «1759 es la fecha en la que se realizaron los dos principales elementos para los que ahora se solicita la subvención del plan ‘Iglesia abierta’ de la Diputación de León. En primer lugar, se construyó el amplio pórtico de piedra y madera que vemos hoy, cubierto, en su parte central, mediante una cupulilla de media naranja.
Por estas obras se abonaron un total de 2.162 reales de vellón. Además, se decidió levantar una espadaña más alta y elegante (la que actualmente se conserva), derribando la antigua. Para ello, fue necesario proceder a la rotura de la bóveda situada sobre el coro, pues era la única forma de asentar sobre seguro la espadaña y unir correctamente ambos elementos». Unas obras de especial valor para Cofiñal que, no muchos años atrás, había obtenido la condición de villa tras comprar sus derechos. También han podido averiguar que se invirtieron en la nueva torre y la citada bóveda la elevada cantidad de 2.400 reales.
Para los miembros de la Junta Vecinal de Cofiñal salvar la espadaña de la Iglesia de San Adriano es «muy relevante», puesto que el templo «es más que un simple lugar de culto, es todo un símbolo para la comarca».