Y tal ha sido el caso de este lunes, en el que se han hecho públicas las cifras de población referidas al inicio del presente año, que dejan una nueva debacle demográfica para nuestra tierra. Concretamente, León perdió durante el pasado año 3.355 habitantes (-0,73%) y la cifra total se queda en 459.141.
Cabe recordar en primer lugar que a comienzos de 2019 la provincia contaba con un total de 459.141 habitantes y que con los datos conocidos ahora se encadenan ya 11 años de descensos continuados. Hay que remontarse al 1 de enero de 2009, momento en el que León tenía 495.041 vecinos tras un crecimiento de 1.103 con respecto al dato referido a un año antes. En todo caso, es preciso señalar también que el descenso de 2019 es el menor de los últimos ocho años, mientras que el mayor de este periodo se registró en 2015, cuando la provincia perdió 5.435 ‘inquilinos’.
Y la principal causa de esta pérdida de población se encuentra en la negatividad del saldo vegetativo de la provincia de León, es decir, en la enorme diferencia que se registra cada año entre el número de nacimientos –que no dejan de caer– y de muertes, que casi triplican a los primeros.
Esta conclusión llega tras el análisis de los datos de migraciones, publicados también este lunes por el INE. En este caso, el balance es positivo para la provincia, es decir, llega más gente de la que se va. Y por eso el descenso de población puede atribuirse al saldo vegetativo y no al migratorio.
Si tenemos en cuenta los datos globales (tanto migraciones interiores a otros destinos nacionales como las exteriores a otros países), el saldo positivo es de 447, porque emigraron 7.304 personas de la provincia durante el pasado año y llegaron 7.751.
Sin embargo, el comportamiento es bien diferente entre las interiores y las exteriores. Concretamente, la estadística refleja que el saldo es negativo en lo referido a las migraciones nacionales, puesto que 5.857 personas se fueron a otros puntos del país y el retorno fue de solo 4.894, lo que deja un saldo negativo de 963.
Mientras, en el caso de las migraciones exteriores, se observa un comportamiento totalmente opuesto. Un total de 1.447 residentes en la provincia de León se fueron al extranjero durante el pasado ejercicio mientras que 2.857 llegaron a nuestra tierra. Esto deja un saldo positivo de 1.410.
Datos generales
La tendencia registrada en la provincia de León es similar a la que los datos dibujan para el conjunto de la comunidad. Ello es así porque la llegada de extranjeros mitiga también en parte la pérdida de población de Castilla y León, que cae como consecuencia del saldo vegetativo negativo y la emigración hacia otras autonomías de España.Concretamente, las cifras publicadas este lunes por el INE establecen que el saldo migratorio exterior de la comunidad durante el pasado año es positivo (+10.835 personas). Sin embargo, ello no puede compensar los 14.299 habitantes que perecen por encima de los nacimientos y los 2.945 que se van a otros territorios, lo que deja el peor balance entre las comunidades españolas.
Es preciso señalar además que Castilla y León llegó al comienzo del presente ejercicio con una población residente de 2.401.230 habitantes, cifra que supone un retroceso del 0,27% respecto al año anterior. El dato registrado un año antes era de 2.407.733 vecinos.
Se trata del tercer mayor descenso entre las comunidades autónomas españolas, solo por detrás de los registrados en Extremadura y Asturias, ambas con una bajada relativa del 0,34%. Cabe destacar que son además las tres únicas autonomías que redujeron población. En el conjunto nacional, el número de habitantes crece un 0,84%, hasta situarse en 47.329.981 habitantes.