El sirio que escapó de ser víctima para ser la voz de los refugiados

Wael Hurkos cruzó Europa clandestinamente con la ayuda de la periodista y voluntaria Yolanda Gómez y este viernes llegan a León

D.L. Mirantes
29/12/2016
 Actualizado a 10/09/2019
Wael Hurkos en uno de los barcos que tomaron para cruzar Europa. | L.N.C.
Wael Hurkos en uno de los barcos que tomaron para cruzar Europa. | L.N.C.
Yolanda Gómez es una periodista y voluntaria leonesa que trabajó en el campo de las Termópilas (Grecia). Allí conoció a Wael Hurkos, uno de los seis millones de sirios desplazados desde 2011. Para ello tuvo que acceder al chantaje de las mafias porque, como explica Gómez, "no hay otra forma de salir, los que están allí son los que no pueden pagar". Sin embargo, en Grecia "abandonó su condición de víctima" para luchar por los derechos de todos los refugiados. Lo hizo de forma natural, preocupándose por cubrir las necesidades de los desplazados por la guerra con sus conocimientos y las pocas herramientas que tenía a su alcance.

La conferencia ‘Siria: La Guerra. Los refugiados que vienen’ tendrá lugar este viernes en los locales de Proyecto Hombre (C/ Torrejón, 4) a las 20:00 horas Así, se convirtió en un voluntario más, en una figura fundamental en mitad de tanto dolor, explica Yolanda Gómez. Hurkos es técnico informático y anotaba en su ordenador las necesidades de las familias para darles curso a las ONG, hacía de traductor (habla inglés) ante la policía griega y, entre otros muchos logros, consiguió establecer relaciones con la embajada de España en Atenas y con representantes de la Unión Europea para dar voz a las personas del campo. Todo ello le ha servido para ser nominado por la Asociación Profesional de Abogados de Extranjería para un reconocimiento europeo de cooperación. Yolanda Gómez resume «puede hacer mucho por la gente». De hecho, cuenta con varios proyectos para que los refugiados puedan generar riqueza para sí mismo y para el país que los acoge. Una parte de esos proyectos, además de sus experiencias, serán expuestos este viernes en la conferencia ‘Siria: La Guerra. Los refugiados que vienen’ en los locales de Proyecto Hombre (C/ Torrejón, 4) a las 20:00 horas.

Generar riqueza


No obstante, Hurkos alude al papel de los sirios en Turquía o de los turcos en Alemania como dinamizadores de la economía. "No entiende como en un país como España, en el que hay tantas cosas por hacer, puede haber paro", explica Yolanda Gómez, que avanza que el activista sirio no concibe que "habiendo trabajo por hacer haya desempleo". Una visión del mundo influencia por su propia experiencia vital.
Cuando comenzó la guerra en Siria él residía en Libia, pero su familia vivía en Homs, una de las primeras ciudades en ser bombardeadas y una de las más castigadas en el conflicto. Su madre y un hermano pudieron huir a Alemania y su hermana ha permanecido en una zona segura de Siria. Hurkos trató de reunirse con su familia en el país germano, "pero le pilló el cierre de fronteras y ya no pudo salir". Se quedó en el campo de las Termópilas donde se acercó a las organizaciones de voluntarios españolas. Así conoció a la leonesa Yolanda Gómez, que le ayudó a cruzar Europa de forma clandestina para llegar hasta España, hace dos meses para solicitar el asilo. Yolanda no dudó en prestarle su ayuda para viajar en autobús, en tren, en barco, en cualquier medio con el que pudieran esquivar los controles. Después de trabajar en el campo y ver los horrores que padecen los refugiados ayudar a Wael Hurkos era una forma de continuar ayudando desde la distancia.

La voluntaria leonesa pasó mucho tiempo con mujeres y niños, trabajando como profesora de música. "Encontré un sitio donde vendía flautas por dos euros y les regalé flautas a todos los niños que venían a las clases de música", explica. Uno de ellos, un chico con conductas violentas por lo que había sufrido fue su mejor alumno y cuando volvió después de una temporada fuera del campo y le escuchó tocar a Yolanda se le "llenó el corazón de esperanza".

Decapitaciones

Pero también, recuerda el caso de Omar, un chico de 18 años que sufría convulsiones por estrés postraumático, después que el Daesh le obligara a presenciar decapitaciones. "Los niños no pueden dormir y se asustan cuando oyen abrirse una puerta", recuerda. Explica también que el terremoto que sacudió el centro de Italia también se sintió en Grecia con menor magnitud, pero suficiente para que las mujeres temieran que fueran las fuerzas del dictador Assad.

Por todo ello, Yolanda Gómez consideró que ayudar a que Wael Hurkos lleve su mensaje por todo el mundo podría llevar esperanza.


Parar la guerra o abrir la frontera

Esa esperanza de los sirios pasa porque se pare la guerra. Esa es la principal demanda de Wael Hurkos, que mañana reivindicará en León el cese del conflicto. Hurkos asegura que la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia tienen capacidad para hacerlo y que deberían atender el ruego de la población. El activista está convencido de que "la gente se volvería a su país y no habría problemas con los refugiados".

Sin embargo, Wael Hurkos, es consciente de las altas probabilidades que existen de que las esperanzas de los sirios no se vean cumplidas. Por ello reclama que si no se para la guerra "que al menos se abran las fronteras y que cada uno se pueda buscar la vida donde quiera". Las condiciones en los campos de refugiados son dramáticas y la solución que propone la UE a través del sistema de cuotas tampoco les garantiza vidas dignas. Se atiende a los criterios de Bruselas y de los países de acogida sin atender a las necesidades de las víctimas, explican. "Imagina que ahora te mandan a ti a buscarte la vida en Serbia, por ejemplo", concluye Yolanda Gómez.
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