El Teléfono de la Esperanza y sus 2.000 llamadas anuales en León

La ONG Teléfono de la Esperanza atiende anualmente en León a más de 2.000 personas, entre llamadas telefónicas y grupos de trabajo o asistencias psicológicas, con una tendencia a la alza, porque «cada día las necesidades son más grandes» y «los problemas psicológicos más fuertes», según aseguró la presidenta, Mercedes Martínez.

El Teléfono de la Esperanza inauguró hoy en la capital leonesa su nueva sede, situada en el pasaje que une Ordoño II con República Argentina, en un acto que contó con la participación de la presidenta, Mercedes Martínez, el vicepresidente, José María Jiménez, y el alcalde de León, Antonio Silván, entre otros.

En esta nueva sede, según los datos aportados por Martínez, trabajará un equipo de seis psicólogos que «atienden a todas las personas que lo piden», a los que apoya un equipo de 50 orientadores y voluntarios que están «perennemente en el teléfono».

Un equipo que atiende a personas «de toda clase y condición», aunque a lo largo de los doce años de existencia de la ONG en León el perfil ha variado «desde la gente mucho más joven hasta la media de edad mas avanzada de la actualidad», a los que se les da «un enfoque de supervivencia para que sepan quiénes son, qué quieren, qué desean y saber qué quieren hacer con su vida» a través de una atención que parte de los 15 minutos de duración «aunque se amplía en función de su problemática».

Para el vicepresidente, José María Jimenez, la inauguración ayer de la nueva sede de la ONG, «supone un motivo de satisfacción» porque «hay mucha esperanza puesta para que desde el local se pueda hacer una tarea muy bonita de ayuda a la sociedad leonesa, de cara a ayudar a quienes acuden porque sufren algún tipo de crisis o quienes quieren que se las acompañe para incorporarse a un proceso de cambio personal».

Según apuntó Jiménez, desde la fundación del Teléfono de la Esperanza en León en el año 2007 «se ha trabajado con mucho esfuerzo y toda la capacidad de acogida a quienes se han acercado», lo que le convierte en «un teléfono vivo», integrado por «un grupo de voluntarios excepcional».

Por su parte, el alcalde de León, Antonio Silván, aseguró durante el acto de inauguración que «es un gran día para una gran obra que se realiza 24 horas al día los 365 del año en el teléfono de la esperanza, el cariño, el apoyo y la atención» al que «las personas llaman buscando un apoyo que dan voluntarios y profesionales» con el objetivo fundamental de que «cada día la gente se sienta más segura y arropada para que cuando se produzca un momento de dificultad cuenten con una mano amiga que da resultado».