El Torío y el Curueño se suman al Duerna y se quedan sin agua

La bajada del caudal ecológico lleva a la CHD a prohibir la captación de agua en estos ríos, lo que compromete seriamente la actividad productiva

D.L.M. / Estefanía Niño
23/08/2018
 Actualizado a 17/09/2019
rio-leon-chd-22082018.jpg
rio-leon-chd-22082018.jpg
"Histórica", así califican los ganaderos y agricultores más jóvenes del valle del Curueño la decisión de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) de prohibir el riego ante la fuerte bajada del cauda ecológico, derivado de la falta de precipitaciones en las últimas semanas. Una decisión que se comprende en el valle –"si no trae agua no se puede coger", se resignan–, pero para la que reclaman soluciones en forma de inversiones en infraestructuras de regulación. De otra manera, apuntan, "el valle está muerto". La decisión entró en vigor el pasado lunes, una fechar tardía gracias a las abundantesprecipitaciones caídas en el invierno y la primavera. Sin embargo, en años como el 2017, la situación puede ser crítica, aseguran. En este contexto, la comunidad de regantes se reunirá para plantear de forma oficial sus reclamaciones a la CHD, que ha mantenido el contacto con los afectados, según las fuentes consultadas en la zona.

La agricultura, la ganadería y la explotación forestal son las principales actividades del mítico valle leonés, complementadas con el turismo vinculado al singular paisaje, que sin agua también peligra.

El Curueño sigue de este modo la estela de otros territorios leoneses como la Valduerna, donde también ha habido restricciones desde primeros deeste mes, en una comarca donde los pozos son el principal sistema empleado para la distribución de los recursos hídricos.

En el torío


En el valle del Torío denuncian nuevas restricciones por parte de CHD, según han explicado los afectados a La Nueva Crónica. Unas restricciones que vienen motivadas por el caudal ecológico, en un año en el que la sequía no ha sido el detonante, según apuntan. La situación, afecta a vecinos de pueblos como Garrafe, Pedrún, Matueca, o Robles, y no solo a aquellos que disponen de un huerto o una finca con frutales, sino también a los ganaderos que no pueden disponer del agua para sus animales.

No es justo que no podamos usarla para que un jubilado riegue en La CandamiaPara aquellos para los que la ganadería es su única forma de vida, el golpe de estas restricciones es importante. "Ahora mismo los animales están bebiendo de las fuentes naturales del monte, pero pronto tendrán que bajar". No comprenden la decisión tomada por la CHD. "Si fuera como antes, que el agua se usaba para abastecer León, lo entendemos, porque primero son las personas, pero no es justo que no podamos usarla para que un señor jubilado riegue su huerto en la Candamia, un huerto que no deja de ser una afición".

El pasado año por estas fechas se repetía la situación, pero entonces éstas estaban justificadas por la acuciante sequía que dejaba estampas propias del salvaje oeste, como en el caso de un desértico embalse de Luna. Pese a ello, en virtud del acuerdo de la Comisión Permanente de la Sequía de la Demarcación Hidrográfica del Duero para la campaña de verano 2018 publicado en el BOE el pasado mes de abril, "aunque técnicamente la demarcación abandona la situación de sequía prolongada, la vigencia del citado Real Decreto hasta 30 de septiembre de 2018 permite a la Comisión Permanente de la Sequía, en función del interés general, flexibilizar las restricciones de uso del agua actualmente existentes y mantener criterios de vigilancia y cautela en el uso del agua durante la campaña del verano de 2018 en aquellos sistemas en que las disponibilidades de recurso no alcanzan aún a cubrir las demandas".
Lo más leído