Si bien el número de visitas y el flujo económico que genera el turismo en Ponferrada y en la comarca es cada vez mayor, a nivel de empleo las cifras siguen muy lejos de lo que necesita la zona para frenar la despoblación.
Con un paro estructural que ronda las 10.000 personas, la sociedad berciana ya ha organizado movilizaciones multitudinarias en busca de soluciones y el turismo, al menos por el momento, supone agarrarse a un clavo ardiendo.
Y es que según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, en la capital berciana los diferentes alojamientos y establecimientos hoteleros dan empleo a 122 personas y lejos de experimentar una tendencia al alza, cada vez crean menos empleo directo.
De hecho, en el año 2015 trabajaban casi el doble de personas en los centros hoteleros. El mes de abril de aquel año se registraron 225 empleos en el sector, la cifra más alta desde que se recogen los datos, pero desde entonces la dinámica ha sido negativa.
Y es que si bien durante los meses de verano se produce un aumento de la creación de empleo en el sector, el repunte es mínimo. En agosto del año pasado, según los datos del propio INE, los hoteles y hostales contaban con una plantilla de 133 personas, 149 en 2017, por lo que la media de trabajadores durante el año oscila entre los 120 y los 150 trabajadores en los últimos años.
Reestructuración del sector
La reducción del personal de los establecimientos hoteleros de Ponferrada coinciden con unos últimos años en los que se han producido cambios notables en el sector.
El emblemático Hotel Madrid, el gran referente hotelero de la ciudad durante décadas, pasó a estar gestionado por la cadena Alda, que el año pasado también se hizo, en régimen de alquiler, con la gestión de Los Templarios.
Por su parte, el hotel Celuisma ha pasado a ser el hotel Ciudad de Ponferrada un cambio de marca que ha venido acompañado también de una apuesta por la organización de eventos y convenciones.