Pero no solo los ganaderos, también los consumidores que cada vez beben menos leche. Así se desprende de los datos que ha emitido la organización interprofesional láctea Inlac. En su estudios sobre la producción, la industria y el consumo de leche en España entre los años 2008 y 2015 arroja datos positivos como que han disminuido ligeramente las importaciones de leche de vaca, pero el vaso sigue estando medio vacío. "¿Hasta cuando?", se preguntan muchos mientras miran los números rojos que desprende su actividad.
La Inlac hace balance de la producción de la leche de vaca. Castilla y León continúa con peso en el sector siendo la cuarta con mayor número de ganaderos (1.427), la segunda en cuanto a cabezas de ganado con 98.218 animales que producen el 12,8% de las entregas de leche mensualmente en España y con una producción de 866.303 toneladas en 2015.
Siete años han bastado para reducir a nivel nacional un 25% el número de ganaderos, de 23.580 en 2008 a 17.678 en 2015. De por medio está el fin de las cuotas y la liberalización del mercado de la leche de vaca en abril de 2015, también la desaceleración de la economía china, el veto ruso sobre los productos de la Unión Europea y una menor demanda de productos lácteos por parte de los consumidores. Todos estos cambios se han producido en un contexto de crecimiento de la producción de leche en la Unión Europea debido a las inversiones realizadas ante las buenas perspectivas del mercado global a medio plazo. Los ganaderos vieron el vaso medio lleno, pero resultó que estaba medio vacío.
Así lo demuestran los precios. Según los datos de Fega, en España la bajada media del precio de la leche de vaca se cifró en un 14,6%, y en Europa la bajada media fue del 17,4%. Concretamente en Castilla y León durante 2015 el precio medio del litro de leche fue de 0,315 euros. Los costes de producción están estimados en más de 33 céntimos.
No está el vaso medio vacío en el caso de las importaciones. La balanza comercial española de productos lácteos ha sido tradicionalmente deficitaria, aunque desde el año 2010 se aprecia una mejora continuada. Según deduce la Inlac, el déficit comercial se ha reducido en más de un 40% desde entonces, a medida que han ido creciendo las exportaciones y disminuyendo paulatinamente las importaciones.
Pero en España se consume menos leche. En el caso de la leche, en 2015 se consumieron 3.271 millones de litros, un 0,5% menos que en el año anterior. En el caso de los derivados lácteos, se consumieron 1.597 millones de kilos, lo que muestra un ligero ascenso del 1% con respecto al año anterior. Los hábitos de consumo han cambiado y así lo muestran los datos ya que mientras que en 2009 el consumo de leche per cápita era de más de 78 litros por persona al año, en 2015 esta cifra se ha reducido hasta poco más de 73 litros. Cinco menos por persona y año, una situación que según augura la Inlac "puede llevar a la ruina al sector en poco tiempo". No ha sido por campañas de promoción del consumo de leche por parte de las administraciones, que han sido varias aunque no eficientes según los datos.
Peso del sector
El sector lácteo es estratégico en el ámbito agroalimentario español por su relevancia económica y su contribución al desarrollo y a la fijación de la población rural. De todos los subsectores ganaderos, el lácteo es el segundo en importancia por detrás del porcino. Toda la cadena de producción y transformación láctea genera en España más de 11.820 millones de euros al año y da empleo a cerca de 80.000 personas, además de favorecer una importante actividad económica en varios sectores, entre ellos el logístico.
Ovejas y cabras
En 2015, la producción de leche de oveja, según el Fega, ascendió a casi 441.000 toneladas, un 11% más de entregas declaradas que en 2014, con 396.000 toneladas. Destaca la producción en Castilla y León con un 64,42%. Las entregas de leche de cabra aumentaron un 23% con una producción en la región de 25.802 toneladas.