Elche cogerá el testigo de León y albergará el año que viene el Encuentro Nacional de Jóvenes de Hermandades y Cofradías. Así se decidió este domingo en el marco de la última jornada de la edición de este año, que desde el pasado jueves ha reunido en la capital leonesa a 820 jóvenes papones llegados de 28 localidades españolas diferentes.
La propuesta ilicitana logró imponerse a la de Zaragoza con una mayoría de votos entre las delegaciones participantes en los actos de León gracias a su fuerte tradición cofrade –en la que cada vez hay más participación juvenil– y su reconocida capacidad para organizar eventos multitudinarios.
La elección de la futura sede fue sólo una de las actividades incluidas en la jornada de clausura del encuentro de la capital leonesa, en el que una de las delegaciones más numerosas –junto con las de Zaragoza, Valladolid, Lorca y Cartagena– ha sido precisamente la de Elche, que pretendía de esta forma apuntalar su candidatura.
La última jornada del encuentro comenzó con una misa que se celebró en la Catedral y estuvo presidida por el obispo de León, Luis Ángel de las Heras. Fue en este mismo escenario en el que se leyeron las conclusiones del Encuentro Nacional de Jóvenes de Hermandades y Cofradías y se procedió a la proclamación de la sede de 2025.
Posteriormente, se produjo el traslado del paso de San Juan Evangelista desde la Pulchra Leonina hasta la capilla de Santa Nonia después de que la imagen de la de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad protagonizase el pasado sábado uno de los momentos más destacados del encuentro de jóvenes cofrades de toda España.
Fue la procesión extraordinaria, que salió a la calle desde el colegio Marista San José pese a la amenaza de lluvia y que contó con el acompañamiento musical de la agrupación del Gran Poder y de las tres de Jesús.
La mayoría de los asistentes al encuentro llegaron el viernes y se fueron el domingo por la tarde, lo que ha supuesto también un impacto económico en los alojamientos y el sector hostelero y comercial. La organización calcula que en este tipo de eventos cada participante se gasta unos 130 euros, por lo que dicho impacto podría rondar los 100.000 euros.
Y todo ello además de haber tenido una apretada agenda que ha incluido además actos extraordinarios, talleres, cenas y rutas por las iglesias de la ciudad para conocer las sedes de las cofradías y hermandades. Entre esos actos extraordinarios destacaron también la vigilia de adoración y bendición extraordinaria de los panes en San Marcelo y el desenclavo en Santa Marina.