La cita ha congregado a varios miles de personas durante tres días y en ella se ham expuesto, en el formato de simposio, las últimas novedades en tecnología aplicada a los animales y casos reales de veterinarios que han desgranado cómo la aplicación de determinados elementos de innovación han mejorado los resultados obtenidos. Una de las empresas que ha participado en la cita es MSD Animal Health España, compañía líder a nivel mundial en el sector de la salud animal, cuyo director de la Unidad de Negocio de Rumiantes, Ángel Revilla, ha explicado en declaraciones a Europa Press que este congreso ha servido para «preparar al veterinario del futuro», es decir, al «veterinario 4.0».
Monitorización
De la misma manera que hace 35 años la inseminación artificial, una innovación que se aplicó por primera vez en la historia en vacas, antes de llegar a los humanos, supuso un «hito y una innovación brutal», hoy en día los avances más punteros en la aplicación de la tecnología a los animales pasa por la monitorización de las cabezas de ganado, que permite la obtención de datos sobre el comportamiento y la salud del animal mediante un algoritmo que «va a transformar toda esa información en datos». Con esos datos, ha explicado Revilla, se pretende conocer el «estatus sanitario» de esos animales, lo que permite actuar de forma preventiva ya que se puede prever la aparición de enfermedades o aplicar las mejores soluciones veterinarias en caso de enfermedad, lo que redunda en que las granjas pueden ser «mucho más eficientes en productividad». Los datos son críticos. Si no tienes datos, lo que tienes es opinión. Si tienes datos, tienes información y, por tanto, capacidad en la toma de decisiones».
Bienestar animal y salud
En el caso de MSD Animal Health España, esa capacidad de monitorización de los animales se desarrolla con una tecnología propia, denominada Sensehub, un sistema que se instala en el cuello de la vaca y que «chequea toda la actividad y actuaciones del animal durante las 24 horas los siete días de la semana». «De esta forma se puede obtener toda la información necesaria y suficiente para optimizar en las explotaciones ganaderas».
De esta forma «se puede ir más allá, incluso, de lo que supone predecir» porque, tal y como ha indicado Ángel Revilla, «se va a mejorar también el bienestar del animal, se va a reducir la huella de carbono, las emisiones de metano y se va a optimizar al máximo la producción ganadera en vacas de leche». Además, todo ello redunda en la salud de los seres humanos ya que «la proteína animal es crítica para el desarrollo», por lo que se garantiza alimento con unos mayores estándares de calidad y, además, se puede evitar la aparición de zoonosis, es decir, enfermedades de origen animal que pueden afectar a los humanos.