En busca de la Judería de Puente Castro

La judería de Puente Castro, en León, constituye uno de los yacimientos más importantes del norte peninsular para el conocimiento de la minoría hebrea. Se trata de un enclave de gran relevancia en el que la nueva campaña de excavaciones tratará de arrojar la mayor información posible sobre el asalto sufrido en el territorio por parte de las tropas castellanas y aragonesas y su posible relación con su abandono posterior.

“El interés que tiene el lugar en sí, está relacionado con la minoría socio-religiosa que habitó este espacio durante al menos dos siglos -por lo que sabemos ahora-, la transición entre la alta y la plena edad media”, ha explicado en declaraciones a La Nueva Crónica, Raquel Martínez, profesora de historial medieval de la ULE y codirectora de las excavaciones.

Así, durante estas tres semanas de trabajo se están llevando a cabo dos nuevos sondeos con el objetivo de enriquecer el conocimiento del urbanismo y la vida cotidiana de los habitantes del cerro durante los siglos XVI y XVII.

“La gran ventaja es que se trata de un enclave que no se vuelve a ocupar”, continúa la profesora, “una vez que se produce el asedio, a fines del XVII, por parte de una coalición de tropas cristianas y hebreas -según apuntan las crónicas de la época-, el espacio se desocupa y, en consecuencia, lo que nos encontramos aquí es la desamortización: el espacio tal y como se fue arruinando a partir de entonces”, explica.

Es precisamente ese abandono, ese no volver a ocuparse lo que le da buena parte de su gran relevancia, ya que, según los estudiosos, este yacimiento puede ofrecer un retrato más exacto de la cotidianeidad de aquellos tiempos que las excavaciones en la propia León, siempre habitada, en perenne desarrollo.

“Tal y como evolucionan las ciudades a lo largo de los años, de los siglos, se hace complicado que se conserven registros de esta cronología. Por tanto, este yacimiento nos está dando una fotografía que va más allá de lo que ocurre con la propia judería”, amplía Martínez.

Cabe destacar, por otro lado, que este tipo de yacimientos suponen también una oportunidad para el desarrollo práctico de los alumnos de historia de la universidad, tal y como desarrolla Carlos Fernández, también profesor y codirector junto a Martínez de los trabajos en el yacimiento. “Es un proyecto que se realiza entre el Ayuntamiento de León y la ULE y también un campo de formación de alumnos de la universidad, aprovechando la cercanía del yacimiento con la ciudad, y también con alumnos de otras universidades, a los que se provee de alojamiento durante los trabajos”, explica.

Finalmente, las excavaciones que comenzaron el pasado 10 de julio y se extenderán hasta el próximo día 28, pretenden sacar el material suficiente para ser analizado en laboratorio y trabajar con los resultados hasta la próxima campaña.