"En la Universidad de León hay 11 personas gitanas y ojalá se incremente esa cifra"

Selene de la Fuente tiene 24 años y es la primera mujer gitana en conseguir un título universitario en León y en ejercer la abogacía. "Las cosas van cambiando", dice

Rosa Álvarez
14/02/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Selene de la Fuente este miércoles en los estudios de Cope León. | MAURICIO PEÑA
Selene de la Fuente este miércoles en los estudios de Cope León. | MAURICIO PEÑA
No tuvo claro que quería estudiar Derecho hasta que hizo la selectividad, pero supo «desde siempre» que quería formarse, ir a la universidad. Selene de la Fuente García abrió camino con su decisión y fue la primera mujer gitana en conseguir un título universitario en León. Dice no ser del todo consciente de la «relevancia» que tiene esto, pero sí que se muestra «muy contenta» por ver que las cosas están «cambiando». Actualmente, comenta, «en la Universidad de León hay 11 personas gitanas y ojalá se incremente esa cifra».

Su esfuerzo y el apoyo de sus padres fueron claves para que siguiera adelante. Ahora, Selene de la Fuente tiene 24 años, acaba de colegiarse y está trabajando en el despacho en el que empezó sus prácticas hace algo más de un año. Su intención, además, es aprovechar la abogacía para ayudar, para defender los derechos de los gitanos y su plena integración. Ella afirma no haber tenido ningún problema, pero a través de la Fundación Secretariado Gitano –con la que estuvo trabajando– ha visto «casos de discriminación y situaciones en las que los derechos de la comunidad gitana no se veían defendidos», por lo que pensó que si podía hacer algo al respecto debía «tirar un poco por la comunidad».

"Se pueden tener oficios poco convencionales dentro de la comunidad sin dejar tus principios, tu cultura" Para conseguirlo, reconoce que el camino es «un poco complicado», pero tiene claro que la educación es clave en este cambio y que «hay que concienciar a los jóvenes gitanos de que la formación es importante. Va a ser su medio de vida». De hecho, si tuviera que lanzar una petición en general a quienes gobiernan sería precisamente que se ofrezcan «más ayudas en la educación».

Su futuro lo ve lejos de la política, porque aunque considera que es «un campo importante y que tiene mucha repercusión en nuestro día a día», personalmente no le llama la atención lo suficiente como para dar el salto. Sí que avanzó que está trabajando en su tesis doctoral, que espera terminar en unos años y, sobre todo, está centrada en su carrera profesional, en el despacho de abogados en el que trabaja, en el número 4 de la calle Santa Clara de León.

"Hay que concienciar a los jóvenes gitanos de que la formación es importante. Va a ser su medio de vida" La comunidad gitana, dice, necesita «referentes» y ver que «se pueden tener oficios poco convencionales dentro de ella sin tener que dejar tus principios, tu cultura». Se están dando pasos hacia ello y dejando los prejuicios a un lado. Avanzando, sobre todo, en todo lo relacionado con la independencia de la mujer, y conservando otros valores que considera fundamentales como «la cooperación», ese sentido de la colaboración y ayuda que existe dentro de la comunidad o la importancia que dan a la familia, un valor «muy bonito» y que no cree «que se pierda», que se vea afectado por el paso del tiempo.
Archivado en
Lo más leído