Santa Colomba de Curueño se vistió de tradición este viernes, 26 de julio, en el que los romeros emprendieron el camino entre la localidad y la ermita de Santa Ana para rendir honores a la santa.
Pendones, pendonetas, estandartes, velones y cánticos populares estuvieron muy presentes en esta romería, en la que el escritor del Curueño y colaborador de La Nueva Crónica, Gregorio Fernández Castañón, fue el encargado de pronunciar el pregón y de realizar la ofrenda.
En su discurso, que él mismo definió como «muy intimista, sentimental y bucólico», hizo referencia al «largo y sinuoso camino» a la ermita, al «polvo» que «salpicaba» a los romeros y a la «hermosa capilla» dedicada a la santa.
Habló de «las telas de los pendones, estandartes y pendonetas», de la cera de las velas y velones que «desparramaban» los devotos sobre «el pavimento terroso» y pidió a Santa Ana, «con esa fe que mueve montañas», que «proteja y guíe» a cuantos participaron en el acto llegados de Santa Colomba, pero también de otros pueblos del municipio, como Ambasaguas de Curueño, Barrillos, Barrio de Nuestra Señora, Devesa de Curueño, Gallegos de Curueño, La Mata de Curueño o Pardesivil, e incluso de más lejos, «de las riberas del Torío y del Porma», de la capital e incluso de Asturias.
A todos pidió entonar un «¡Viva Santa Ana!» y todos, una vez concluido el acto, pudieron disfrutar de un bocadillo solidario y popular.