La enseñanza leonesa debate sobre las pantallas: "Tienen que escribir en un papel y con un bolígrafo"

El profesorado leonés aboga por un "uso responsable" de la tecnología, mientras que las familias ya ven "contras" por su abuso dentro del aula

28/03/2025
 Actualizado a 28/03/2025
Imagen de archivo de alumnos leoneses utilizando tecnología en el aula. | MAURICIO PEÑA
Imagen de archivo de alumnos leoneses utilizando tecnología en el aula. | MAURICIO PEÑA

El debate sobre el uso de las nuevas tecnologías en el sistema educativo ha ido en paralelo a la implantación de las mismas en las aulas. Los dispositivos electrónicos han ido poco a poco ganando terreno en la enseñanza a lo largo del siglo XXI, dejando pros y contras para el proceso de aprendizaje.


En los últimos días, este debate se ha intensificado más si cabe con la medida de la Región de Murcia de limitar a una hora al día el uso de pantallas en Primaria y a dos horas en Secundaria. La Comunidad de Madrid también ha anunciado este mes que eliminará el uso individual de dispositivos digitales en los colegios para el curso que comenzará en septiembre. Estas decisiones podrían ampliarse a otras comunidades autónomas gobernadas por el PP, como es el caso de Castilla y León. Una posibilidad ante la que la comunidad educativa leonesa se muestra con cautela y abogando siempre por la responsabilidad en la utilización de la tecnología para fines didácticos.


Diana Martínez, presidenta de la Federación Leonesa de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Felampa), asegura que no han recibido ninguna queja por el uso excesivo de pantallas en el entorno educativo. Sin embargo, la portavoz de las familias tiene claro que algo hay que hacer para que problemas relacionados, como la reducción de la capacidad de atención o la dependencia tecnológica, vayan a más. «Lo veo muchas contras. Los niños tienen que escribir en un papel y con un bolígrafo. Si lo hacen todo por ordenador, al final no van a saber escribir. Es importante hacer un trabajo en ‘Word’ y presentaciones en otros programas, utilizando la informática que es la era que les ha tocado vivir y a la que tienen que adaptarse, pero también es superimportante saber hablar con el resto o saber escribir una carta. Se están dando cuenta de ello y, por eso, quieren empezar a reducir las pantallas poco a poco», valora la dirigente de Felampa.


Desde el profesorado no se muestran tan críticos con la tecnología e insisten en la «utilización responsable» de la misma. Manuela Diez, presidenta en León del sindicato educativo Anpe, considera que los docentes siempre buscarán «utilizar todas las técnicas que favorezcan el aprendizaje de los alumnos y cualquier tipo de enseñanza motivadora». Por tanto, esta portavoz del profesorado cree que la prohibición, en este caso de dispositivos electrónicos, «nunca es la mejor forma de enseñanza».


De esta manera, Manuela Diez considera clave la colaboración de las familias para que el empleo de las pantallas en el centro educativo y en el hogar sea «organizado y estructurado». «No somos partidarios de la prohibición. No se puede estar prohibiendo constantemente. Hay que utilizarlo de la mejor manera posible, sin olvidar otras técnicas y métodos. Para nosotros eso sería lo idóneo», explica la portavoz de Anpe en la provincia.


El responsable educativo de CCOO, Víctor Bejega, también se muestra contrario a una «prohibición per se» de la tecnología en las aulas. «Entendemos que estamos en una sociedad digitalizada y digital, con lo cual hay que abordar esa situación y más cuando se está hablando de formación en las nuevas tecnologías, herramientas didácticas… Prohibir no es el mecanismo», apunta este representante sindical.


Precisamente, desde CCOO se abogaría por no cerrar los ojos ante el problema y «educar» en el uso «racional» de estos dispositivos y evitar que los niños y adolescentes caigan en comportamientos «indebidos» con las nuevas tecnologías. En todo caso, desde el sindicato apuestan por una «regulación» en la que se respete la «libertad de cátedra» para que el docente se valga en sus clases de las herramientas que considere oportunas en cada momento.


Evitar la brecha digital


De igual forma, CCOO llama a que desde los poderes públicos se pongan en marcha políticas para evitar la brecha digital. «Si van a utilizar dispositivos, se debe garantizar que todos los alumnos y las alumnas puedan hacer uso de ellos independientemente de su capacidad económica», expresa Víctor Bejega.


En este sentido, desde Felampa recuerdan que la enseñanza pública sigue apostando más por los libros de texto, mientras que en la concertada se estaría «priorizando el uso del ebook» o modelos «mixtos» entre materiales analógicos y digitales. «Es un poco contradictorio que les digan que no lleven móviles y luego usen pantallas», expresa Diana Martínez a este periódico.


Aunque hay una evidente disparidad de opiniones entre las familias leonesas y siempre teniendo en consideración casos concretos, en líneas generales, las Ampas abogan por el hecho de que «es mejor el uso del libro que el de los ordenadores». Por su parte, con las mismas dudas y heterogeneidad, el profesorado parece inclinarse por unas ventajas del uso de las pantallas que, bajo su criterio, continúan siendo superiores a los efectos nocivos de las mismas. A la espera de las posibles decisiones al respecto, garantizar un uso responsable de la tecnología en niños y adolescentes se antoja como la primera de las lecciones, dentro y fuera del aula, que debe tener presente toda la comunidad educativa.
 

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