Sí. El entendimiento en política es posible. La polarización ha convertido en excepción este planteamiento que nunca debió dejar de ser la regla general. La buena noticia de este lunes es que el Congreso de los Diputados renovó, reforzándolo, el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Y lo hizo, en buena medida, gracias al talante negociador de dos leonesas: Andrea Fernández, del PSOE, y Silvia Franco, del PP.
A pesar de la fama de testarudos que se tiene de los habitantes de la provincia, estas dos leonesas superaron las «obvias discrepancias» existentes entre los dos grandes partidos para alcanzar un acuerdo del que solo se desligó la extrema derecha, Vox. La comisión de seguimiento del Pacto de Estado contra la Violencia de Género creó una subcomisión, «una mesa corta» de poco más de una decena de parlamentarias, en la que participaron Fernández y Franco.
La metodología de trabajo de esta subcomisión se basó en escuchar las ponencias de expertos en diferentes perspectivas desde las que se puede abordar la violencia de género: el ámbito judicial, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las asociaciones... «A través de ese conocimiento, hemos sido capaces de llegar a acuerdos. Nos interpela a todos los partidos firmantes y contiene medidas para todas las administraciones y empresas. Tanto la metodología como el resultado es un enorme éxito que debería imitarse en todas las instancias de la política», valora Andrea Fernández.
En este sentido, la socialista no duda de calificar a este lunes como «día histórico» por el contenido de las más de 400 medidas dentro de «una legislatura tan polarizada en la que es prácticamente imposible llegar a acuerdos». «Es un rotundo éxito que es atribuible al enorme trabajo realizado por las mujeres que hemos sido capaces de mantener un contexto de trabajo y lealtad. Demuestra que es posible», manifiesta la diputada del PSOE.
Intercambio de elogios
Andrea Fernández asegura a este periódico que ha sido «muy fácil» trabajar con Silvia Franco. Igualmente, la socialista destaca de la política berciana que es «una persona muy trabajadora y que ha estado a la altura del reto».
Por su parte, Franco pone en valor el conocimiento «muy amplio» de la coyantina, puesto que «ya trabajó los temas de igualdad y de género en otras legislaturas». Según la popular, sus compañeras comentan que está siendo más fácil llegar a un entendimiento en estos ámbitos sin que el ministerio competente esté en manos de Unidas Podemos.
Las dos diputadas leonesas coinciden en que ha sido «un placer» trabajar codo con coco a pesar de las «discrepancias». «Es un triunfo de la buena política. Trabajo para llegar a consensos importantes», indica Silvia Franco.
Las nuevas medidas
Respecto al contenido del acuerdo, destaca el refuerzo de medidas respecto a la violencia vicaria, la económica y la que se ejerce a través de medios digitales. De la misma manera, según explican las parlamentarias leonesas, se facilitarán las «interconexiones» entre juzgados para agilizar los trámites.
De especial relevancia en una provincia como León es el refuerzo de la lucha contra la violencia de género en el medio rural. Algo de lo que Fernández y Franco «han estado muy encima». Así, el acuerdo facilitará el acceso a los recursos asistenciales en los pueblos para que la atención a estas mujeres sea «la más rápida y cercana posible». «En una provincia como la nuestra esto es de especial interés por el tamaño del territorio y por la despoblación», apunta la socialista.
El entendimiento cazurro ha dado ejemplo en el Congreso. Un camino hacia una política y una convivencia más amables que parte de León y del que solo parecen desmarcarse quienes con su ‘no’ vuelven a dar la espalda a un reto mayúsculo para el conjunto de la sociedad.