Asprona León se ‘colgará’ la Medalla de Oro de León en reconocimiento al trabajo que realiza por las personas con discapacidad intelectual y por su plena inclusión en la sociedad desde hace ya 60 años, un tiempo en el que la asociación ha crecido y ha ido sumando importantes logros en su misión. Así lo decidió recientemente el Ayuntamiento de León y desde la entidad se muestran «ilusionados» por esta concesión, que les anima a seguir trabajando en la misma senda.
– El Ayuntamiento ha querido premiar la labor realizada por parte de Asprona León con la concesión de la Medalla de Oro de la ciudad. ¿Qué supone este galardón para la asociación?
– Creo que en primer lugar hay que manifestar el agradecimiento de toda la entidad a Jose Antonio Diez, actual alcalde, y a su equipo de Gobierno por este reconocimiento a una ardua labor que se viene desarrollando durante los últimos 60 años en la ciudad de León y en toda la provincia, y esto es lo principal, ver reconocida la trayectoria de una entidad cuyo principal objetivo ha sido defender los intereses y derechos de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo en una sociedad que se entiende cada vez más justa y solidaria. Creo que el hecho de que las personas con discapacidad, independientemente del tipo o el grado de esta, tengan su sitio en su entorno, en su ciudad, es lo que el Ayuntamiento de León está reconociendo en esta ocasión a una entidad longeva, pero no vieja, probablemente la asociación de personas con discapacidad con más trayectoria en la ciudad y en la provincia. Fue ahora hace 10 años, con motivo de su 50 aniversario, cuando esta asociación recibió la Medalla de Oro de la provincia otorgada por la Diputación de León. Este reconocimiento es para las personas con discapacidad intelectual y sus familias. No debemos olvidar que esta asociación es un movimiento de familias y supone un orgullo que el Ayuntamiento reconozca su trayectoria y fundamentalmente su misión. Como no podía ser de otra manera, se recibe este galardón con muchísima ilusión y también supone una alta carga de responsabilidad para continuar defendiendo los intereses y derechos de las personas.
– Fueron diez padres y madres preocupados por el futuro de sus hijos con discapacidad intelectual los que fundaron Asprona León en diciembre de 1964. ¿Cómo ha sido la evolución de la asociación desde entonces?
– Efectivamente, el acta fundacional recoge la constitución de la asociación con nombres de familiares de personas con discapacidad en una época en la que arrimar el hombro, la voluntad, y sobre todo las ganas y la ilusión eran imprescindibles para arrancar una misión que entonces tenía una connotación meramente asistencialista. Esas intrépidas familias buscaban respuesta a la atención básica, al respiro familiar y, fundamentalmente, a los prejuicios de la connotación de la discapacidad de esa época. Afortunadamente, tanto la terminología como la metodología de la atención a las personas han avanzado mucho en estos 60 años. También hemos pasado de la caridad al derecho social, algo que ha supuesto años y años de trabajo y sensibilización. Los inicios de Asprona León fueron una época de huchas, rifas, cuestaciones… Había un movimiento femenino llamado ‘las damas de Asprona’ cuyo cometido era recaudar fondos para la sostenibilidad de la asociación, con una base patrimonial de 2.000 pesetas de las de aquella época. Muchos leoneses aún recuerdan las famosas romerías en Quintana Raneros y las 28 ediciones de marchas a Valencia de don Juan. En esa época el Ayuntamiento de León ya jugó un papel importante en la defensa de intereses del colectivo de la discapacidad con la cesión de espacios: El hoy emblemático edificio de Julio del Campo, terrenos en Armunia para la construcción de un centro de personas con grandes necesidades de apoyo, la cesión del edificio de la residencia de las monjas del colegio de huérfanos ferroviarios... Qué difícil es resumir una trayectoria de 60 años… y más la trayectoria de una entidad que ha experimentado tanto crecimiento y tanto desarrollo… Si en aquella época se pretendía que las personas tuvieran un lugar de acogida donde atender sus necesidades básicas y proporcionar un respiro familiar; hasta hace poco, los centros programaban una serie de actividades y las personas se adaptaban a esas programaciones. Hoy, ya 60 años después, Asprona León focaliza sus actuaciones en prestar apoyo a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo con tres herramientas fundamentales: la elaboración de la historia de vida de la persona con discapacidad como protagonista y eje de cualquier actuación personalizada, el desarrollo de su proyecto de vida, es decir, teniendo en cuenta su trayectoria vital, qué pretende, cuáles son sus objetivos y sus preferencias de futuro y, por último, su plan de apoyos, o lo que es lo mismo, qué necesita la persona para poder desarrollar su proyecto de vida y favorecer una vida significativa y deseada; lo que venimos llamando la planificación centrada en la persona. También hemos vivido el paso de la total y absoluta exclusión social a la segregación que se empezó a vivir con la creación de recursos específicos totalmente aislados del entorno comunitario, a la época de la integración, con una apuesta contundente en los últimos tiempos por la inclusión de las personas en la sociedad; no en vano, el lema de nuestro plan estratégico actual y de este 60 aniversario es ‘objetivo inclusión’. Pero fundamentalmente se puede resumir esta evolución de 60 años con el paso del asistencialismo caritativo al derecho a los apoyos a través de la atención profesionalizada.
– ¿Cómo se va a celebrar este aniversario?
– El pistoletazo de salida se dio con la rueda de prensa de presentación del aniversario hace ya más de un mes. Como decía antes, nuestro lema es ‘objetivo inclusión’ y todos los actos van a girar en torno a eso. Ya se han realizado diversas actividades inclusivas en las que participan personas con discapacidad como actores principales en colaboración con otras entidades o instituciones de diferentes ámbitos, como ha sido el desfile inclusivo de comercio justo, el desarrollo de la sexta edición de ‘mensajeros de inclusión’. También se han realizado y se continuarán realizando jornadas de sensibilización en colegios e institutos y se están llevando a cabo jornadas de puertas abiertas de nuestros recursos con otros colectivos como empresarios. Estamos preparando una jornada técnica en la que representantes institucionales debatan sobre la inclusión en la sociedad leonesa y su papel como administraciones públicas, otras muchas acciones inclusivas como la marcha de Valencia de Don Juan el primer fin de semana de septiembre y que este año se vincula al 60 aniversario, rememorando aquellas tradicionales marchas de hace años. Dos actos más pondrán el colofón a esta conmemoración: una gala institucional que se celebrará el 2 de octubre en el Auditorio y una jornada de confraternización que tendrá lugar el día 19 de diciembre en el Palacio de Exposiciones.
– El principal objetivo de la asociación se mantiene invariable desde sus inicios: trabajar por las personas con discapacidad intelectual y por su plena inclusión en la sociedad. ¿Cómo se ha avanzado en su consecución?
– El objetivo, efectivamente, es el mismo, pero el camino está siendo muy distinto. Insisto en que es necesario hablar de derechos. Las personas por esa condición deben de ser iguales, y las últimas modificaciones legislativas empiezan a reconocerlo así. La entidad se ha visto acompasada de estos cambios porque hemos sido propulsores de ellos. Pero no todo está conseguido, aún hay mucho recorrido en todos los ámbitos: el derecho a la accesibilidad universal, a la lectura fácil, a la participación ciudadana… y es ahí donde la sociedad encontrará a asociaciones como Asprona León.
– Un buen ejemplo del crecimiento de Asprona León es el número de centros con los que hoy cuenta la asociación. Situados, además, en diferentes puntos de la provincia. ¿Cómo están funcionando?
– Efectivamente la estructura de Asprona León ha venido creciendo a medida que se ha venido evidenciando la necesidad de dar respuesta y apoyo a las personas. Por eso, a día de hoy, Asprona León gestiona once centros de día para personas con discapacidad intelectual y un centro de día mixto para personas mayores y personas con discapacidad intelectual en procesos de envejecimiento, tres residencias, 16 viviendas tuteladas, un centro concertado de educación especial y dos centros especiales de empleo. Un total de más de 600 plazas de atención en centros especializados y más de 150 puestos de trabajo para personas con discapacidad de una plantilla que hoy ya supera los 450 trabajadores. En cuanto a los Centros Especiales de Empleo ha sido una apuesta fuerte desde finales de los años 70, generando empleo para las personas con discapacidad en una gran diversidad de actividades: jardinería, catering, lavandería, manipulados de la industria, carpintería, reciclado de residuos como la ropa y calzado o el aceite, en ambos con la colaboración también del Ayuntamiento de León para la instalación de contenedores por ese y otros muchos municipios de la provincia. También gestionamos enclaves laborales en empresas de la provincia y somos propulsores de los programas de empleo con apoyo, habiendo participado en la contratación de más de diez personas con discapacidad intelectual en empresas leonesas en lo que va de año; cinco de ellas en una de las empresas de mayor transcendencia en la economía empresarial de ámbito nacional. También gestionamos una de las agencias de colocación de las registradas en la provincia.
– ¿Cómo se encuentran esos centros en cuanto a ocupación?
– Prácticamente la totalidad de las plazas están ocupadas, si bien donde mayor demanda está habiendo es en viviendas.
– ¿Son suficientes estos centros o existe la previsión de crear alguno más?
– En el año 2023 se adquirieron dos nuevas viviendas mediante diferentes fórmulas de donación. En 2024 se van a poner en marcha otras dos nuevas viviendas que se han comprado. A día de hoy ya son más de 100 personas para las que su hogar es una vivienda gestionada por Asprona León, bien tutelada o supervisada cuando la intensidad de los apoyos que requieren las personas son más reducidos. También se ha adquirido recientemente un local en la zona del parque de Quevedo que pretende ser un centro de día y un centro de formación, ahora se está finalizando la reforma y en breve se licitará la autorización y registro ante la Gerencia de Servicios Sociales.
– Se ofrecen también múltiples servicios. ¿Cuáles son los que están dando mejor resultado?
– Todos los servicios responden a las necesidades de las personas con discapacidad y personas dependientes de la entidad, dando cobertura también a sus familias dentro de todo el ciclo vital, desde la atención temprana hasta los programas de buena vejez. Por enumerar algunos, cabría destacar los servicios de promoción de la autonomía personal, la ayuda a domicilio, asistencia personal, respiro...
– El crecimiento de Asprona se refleja también en el número de empleos que genera la asociación.
– El crecimiento de la entidad va acompañado de la generación de empleo. En los años 80 la plantilla era de 45 trabajadores; hoy multiplicamos por 10 esa cifra. Abanderamos la profesionalización de los servicios y de la atención, no solo como requisito legal en la cobertura de ratios, sino también como consecuencia del convencimiento de la necesidad de profesionalizar el sector.
– Otra línea de trabajo son los programas. ¿Cuáles son los principales?
– En función al ámbito de desarrollo tenemos implantados diferentes programas. Como los más innovadores cabe destacar que desde abril de 2023 venimos gestionando los programas de A gusto en Casa e Intecum, con mas de 300 adhesiones. Estos programas, conveniados con la consejería de Familia, vienen a garantizar a las personas con discapacidad, dependencia o enfermedad crónica, la posibilidad de permanecer en sus domicilios con los apoyos necesarios para tener calidad de vida y evitar la institucionalización no deseada. En el ámbito de la formación son numerosos los programas a través del ECyL y otras entidades privadas como la ONCE. Uno de los objetivos a corto plazo es crear un centro de formación en el que se impartan diferentes certificados de profesionalidad de nivel 1 para que las personas con discapacidad puedan concurrir a ofertas de empleo con acreditaciones profesionales oficiales.
– La colaboración es otro pilar importante. ¿Cómo está funcionando?
– Hay diferentes vías o formas de colaborar con la asociación. Por un lado tenemos la que viene de las administraciones públicas. En este ámbito encajaríamos la financiación de plazas concertadas, los convenios, las subvenciones…Es la partida más relevante, con una dotación de aproximadamente el 70 por ciento de un presupuesto de 10.500.000 euros. Pero, a pesar de ello, resulta insuficiente para dar respuesta a todas las necesidades de las personas, por lo que también contamos con la financiación privada de empresas y fundaciones, como es el caso de la Fundación Fernández Peña, la Fundación Cerezales o la Fundación CEPA, por poner algún ejemplo, o empresas que cumplen con sus exigencias fiscales mediante colaboraciones o contrataciones de personas con discapacidad o en el desarrollo de sus políticas de responsabilidad social corporativa. Tampoco debemos olvidar la necesaria y estimada colaboración de las personas, con sus donaciones, como es el caso de una de las viviendas tuteladas, o con su tiempo… El voluntariado es uno de los pilares que sustentan programas como el servicio de ocio y tiempo libre, o el de deporte. También la asociación cuenta con un importante número de socios colaboradores que con una cuota mínima de 30 euros anuales adquieren esa condición.
– ¿A cuántas personas se atiende y cuántas familias asociadas hay? ¿Cómo ha evolucionado este número?
– Asprona León cuenta con más de 1000 asociados, son más de 800 familias las que bien a través de plazas en centros, o bien a través de servicios, están siendo apoyadas por Asprona León. El número de asociados está siendo constante en los últimos años si bien, como en todos los ámbitos, a veces las personas no nos asociamos hasta que no nos vemos implicados en alguna circunstancia que puede recibir respuesta desde el asociacionismo como es la discapacidad.
– ¿Cuáles son a día de hoy las principales necesidades o preocupaciones?
– Es verdad que a medida que vamos viviendo esta evolución van cambiando y aumentando nuestras necesidades. Hoy podemos hablar de fomentar la formación de las personas con discapacidad para que una vez finalizada la etapa educativa reglada puedan acceder a itinerarios formativos que a su vez puedan ser generadores de empleo o a acreditar la formación mediante certificados de profesionalidad que garanticen que la persona con discapacidad sea competitiva en un mercado laboral como el nuestro. Otra de los objetivos pendientes es la investigación en los procesos de envejecimiento de las personas con discapacidad intelectual, que hasta hace poco tenían una esperanza de vida bastante más reducida, pero que ahora se evidencian procesos de deterioro cognitivo y demencias que no están analizadas ni hay respuestas para su tratamiento. Y una preocupación evidente es la sostenibilidad de nuestras infraestructuras, edificios antiguos que requieren de reformas y adaptaciones para las que no surgen las suficientes convocatorias de subvenciones. En definitiva, no son pocas las necesidades que, emergentes o recurrentes, podemos trasladar a una sociedad que sabe escuchar y puede responder.