Uno de los puntos más importantes de la ciudad de León, uno de sus centros neurálgicos, es sin duda la Plaza de Santo Domingo. El nexo de unión entre el casco antiguo y el ensanche de la ciudad nació precisamente con el crecimiento de la ciudad en el siglo XX ha tenido diferentes configuraciones (la fuente que la preside no llegó hasta los años 60), diferentes nombres (durante más de 30 años se llamó Plaza de la Libertad) y diferentes proyectos para su remodelación, que todavía hoy está sobre la mesa del alcalde de León.
Y es que José Antonio Diez ha reconocido en numerosas ocasiones su intención de modificar la plaza más transitada de la ciudad para hacerla más transitable para el peatón, con la dificultad de que es un punto de conexión imprescindible en el eje norte-sur además del punto de acceso a la comunicación hacia el oeste de la ciudad una vez se peatonalizó la calle Ancha. El principal problema ahora mismo pasa por la acumulación de autobuses en la zona, llegando a crear auténticos problemas en el inicio de Gran Vía de San Marcos así como el excesivo tráfico en una zona en rodeada de calles peatonales.
Sobre la mesa, un proyecto ideal y casi imposible de ejecutar que pasaría por el soterramiento del tráfico y la peatonalización de la plaza, si bien al ser una zona especialmente protegida en cuestión de patrimonio se hace más que complicado su desarrollo.
Otra de las opciones es la de peatonalizar Ramón y Cajal así como ganar para el peatón la parte más cercana al edificio que acoge el BBVA, una opción que ya se barajó en su día con la potencial llegada del tranvía al centro de la capital, un proyecto para el que incluso llegaron a comenzar las obras en Padre Isla, ya que la primera conexión uniría la céntrica plaza con la estación de Matallana.
Estudio Herreros, un prestigioso despacho de arquitectos con sedes en numerosos lugares del mundo, presentó una propuesta coincidiendo con el proyecto del tranvía en toda la ciudad que pretendía peatonalizar la mayor parte de la plaza e incluso cambiar de lugar la fuente manteniendo el tráfico en la zona más cercana a Ordoño en una idea similar a la que se estudia ahora (aunque sin necesidad de ese desplazamiento de la fuente). El diseño giraba en torno a una moderna marquesina para la parada principal y pionera del tranvía en la ciudad. Así mismo, se mantenía el tráfico desde Independencia hacia Gran Vía de San Marcos y Padre Isla con dos carriles y el de Ramón y Cajal también en todas direcciones aunque con menos carriles.

La remodelación de la plaza de Santo Domingo es una cuestión que el Ayuntamiento de León abordará más pronto que tarde, con decisiones como el movimiento del transporte urbano (que la gran mayoría de autobuses se queden en el entorno de San Francisco es una de las opciones que se barajan) y proyectos que ya se han puesto sobre la mesa anteriormente pueden ser sin duda posibles fuentes de inspiración.