"¿Esta es la que llaman España Vaciada?" La pregunta la repetían muchos vecinos al llegar al polideportivo de Cármenes que albergaba la celebración de una de las tradiciones mejor acogidas por los vecinos: La borregada municipal.
Aunque el nombre asusta la realidad que esconde detrás es que se rememora aquellas jornadas en las que los rebaños que habían pasado el invierno en las majadas iniciaban su regreso a Extremadura y otros pastos en tierras menos duras en lo climático en invierno. Los pastores, más bien los dueños del rebaño, regalaban unas ‘borregas’ y las comían en hermandad con los pueblos antes de partir.
Los rebaños han ido desapareciendo de los puertos, los pueblos se han ido vaciando pero muchos mantienen la costumbre con diversos nombres, pero la misma esencia. El Ayuntamiento de Cármenes es uno de los municipios a los que la despoblación ha golpeado con más fuerza; por ello, muchos pueblos no pueden mantener esta vieja tradición y desde hace unos años es el ayuntamiento el que se hace cargo de la organización de una ‘borregada’ abierta a todos los vecinos del municipio, muy abierta, sin demasiados remilgos a la hora de mirar empadronados, veraneantes, allegados...
Así se ha llegado a la jornada de este sábado, día marcado para la borregada, y en un municipio en el que en invierno viven ‘reales’ alrededor de 130 habitantes (así se constató en un reportaje en este periódico) "aparecieron este sábado 420 comensales", que pudieron disfrutar de la borregada y el baile amenizado por el conocido Sonido Corco.
Las bromas eran inevitables, sugerir al gobierno borregadas mensuales, incluso algunos se preguntaban si lo ocurrido en el municipio era una visión moderna del milagro de las borregas y los peces de la Biblia. Eso sí, todos encantados de la celebración que todo apunta que seguirá y no tardará en llegar a los quinientos inscritos.