El exmiembro de la banda terrorista ETASergio Polo, condenado por la Audiencia Nacional por el asesinato del comandante del Ejército de Tierra, Luciano Cortizo, en León en el año 1995, ha obtenido el tercer grado penitenciario. Fuentes del Departamento de Justicia del Gobierno Vasco han confirmado a Europa Press la obtención de esta clasificación penitenciaria que permitirá al recluso salir de prisión y regresar únicamente a dormir.
Polo fue condenado en 2018 a 110 años de cárcel por la colocación de una bomba lapa en el coche del comandante, que le causó la muerte a Cortizo y heridas graves a su hija de 18 años. La Audiencia Nacional también decretó la indemnización con 300.000 euros a la viuda de Cortizo y de 160.000 euros a cada uno de sus dos hijos, así como 92.100 y otros 250.000 euros a la hija por las lesiones sufridas y las secuelas del atentado.
El etarra, que hasta la fecha cumplía una condena total de más de 200 años por cuatro causas en el Centro Penitenciario de Álava, continuará con su nueva condición de reclusión en la prisión de Basauri (Vizcaya).
En su haber criminal se encuentra el ataque mortal en el año 1993 contra el guardia civil Emilio Castillo López de la Franca en San Sebastián (Guipúzcoa), su participación en 1993 en el atentado contra Ángel María González Sabino y el intento de asesinato contra el comandante zamorano de Infantería Juan José Aliste, en Salamanca.