Hace 20 años, en Fáfilas no había ninguna calle asfaltada ni tampoco aceras. Cantos y tierra para caminar por un pequeño pueblo escondido entre suaves lomas y que apenas está a cuatro kilómetros de Valencia de Don Juan. Forma parte del municipio de Villabraz y es uno de esos pueblos que dicen estar en peligro de extinción con 12 personas durmiendo en él cada noche. Fáfilas es uno más de esos pueblos que no tienen la fórmula para atajar ese gran problema de la despoblación pero sí la fuerza para mantenerse con vida gracias a pequeños remedios como el llevado a cabo por su Junta Vecinal.
Las fincas son de unos 500 metros cuadrados y están en una zona aneja al pueblo, hacia las bodegas Ésta tenía en propiedad una gran finca colindante al pueblo. «¿Qué hacer con ese terreno? ¿Cómo sacarle partido para que haya más movimiento en el pueblo?», reflexionaba el alcalde de Fáfilas, Ricardo Pellitero. «Pues muy fácil, se nos ocurrió dividir ese gran terreno en otros más pequeños y sacarlos a la venta junto con otras dos fincas que había propiedad de la Junta Vecinal y promover que a ellas venga gente a urbanizar y que aunque sea los fines de semana aquí tengamos más gente», relata. Y así fue. La Junta Vecinal de Fáfilas dividió ese gran terreno en siete fincas de apenas 500 metros cuadros y las sacó a la venta junto a otras dos parcelas por un precio de 1.300 euros. «Lo que queremos es que la gente pueda tener un pequeño solar donde levantar un refugio o un merendero y así hacer que el pueblo esté más animado aunque sea los fines de semana», explica Ricardo Pellitero. «Es una ganga y por eso las fincas se vendieron en muy poco tiempo», cuenta.
La calle de acceso a las parcelas vendidas ha sido asfaltada, dotada de agua, luz y alumbrado público Para dar acceso a esa ‘nueva’ zona del pueblo, el Ayuntamiento del municipio ha aprovechado las ayudas de los Planes de Cooperación Municipal de la Diputación de León para ampliar la calle Las Bodegas. De este modo, han pavimentado más tramo de calle para dar acceso a las parcelas vendidas y también las han dotado de servicios de agua, luz y alumbrado público. Las fincas ya están siendo desbrozadas y quienes las han adquirido firmarán «en unos diez días la propiedad de las mismas».
Una vez sacadas a la venta, las parcelas duraron poco sin tener nuevo propietario. «Fueron muchos los que se interesaron por estos pequeños terrenos y después de haberlos ya vendido, hay mucha gente que nos ha dicho que quiere un trocito de finca en Fáfilas», dice orgulloso Ricardo Pellitero. Él es consciente de que este no es el antídoto para poner remedio al problema de la despoblación y sabe que dar vida a Fáfilas conlleva de generar más tejido económico en la zona, otros de sus empeños en los que no cesa. Pero sí sabe que con pequeños gestos se puede conseguir atraer a gente aunque sea cuatro días a la semana o dos meses al año. Poco a poco, Fáfilas va evitando caer en el olvido y resiste a salirse del mapa de los pueblos de la provincia de León. Esta iniciativa ayudará a ello, y a buen seguro otras muchas que llegarán detrás. «Si todos los pueblos pusieran un pequeño grano de arena para contribuir a que no se acaben, el medio rural sería otra cosa», comenta sin perder la esperanza por poder poner pronto en marcha en su pueblo más iniciativas como esta, que no desborda censos pero sí aumenta la esperanza de llegar a Fáfilas y encontrar esa ‘vida’ que tanto escasea en el medio rural en estos tiempos.
Fáfilas: a grandes problemas, pequeños remedios
La Junta Vecinal de Fáfilas ha vendido nueve fincas de pequeñas dimensiones y a bajo precio para atraer a más gente al pueblo y dar vida a los 12 vecinos
11/06/2017
Actualizado a
18/09/2019
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