El mundo del periodismo leonés se tiñe de luto este lunes. El histórico corresponsal Pery Lechuga fallecía el pasado domingo a los 79 años, tras una larga enfermedad. Como el de su hijo, también periodista y decano del Colegio de Periodistas de Castilla y León, su nombre era Pedro Lechuga, pero lo cierto es que todo el mundo le conocía por Pery, toda una institución en la mitad sur de la provincia. No hacía falta más presentaciones. No empezaban los actos en su comarca hasta que no llegaba Pery, que con el paso del tiempo se convirtió en un especialista en el género de sucesos. Siempre ligado a La Crónica de León y con colaboraciones también en otros medios, como por ejemplo Onda Cero, fue también colaborador de La Nueva Crónica en los inicios de este periódico.
Nacido en Jaen, ejerció diferentes oficios hasta que se asentó en Valencia de Don Juan, donde se casó, tuvo tres hijos y donde pasó prácticamente toda su vida. Pery no sólo fue cronista de esta localidad, ni siquiera de toda la comarca, sino que se puede decir que fue parte activa de la historia de esta provincia, obteniendo en su día el reconocimiento que la Diputación Provincial, presidida entonces por Javier García Prieto, entregó a los corresponsales más veteranos de toda la provincia. Pery participó activamente en la vida social, cultural y política de León, pues no en van jugó un papel determinante para evitar que en Valencia de Don Juan se llevara a cabo, en la década de los setenta, el proyecto de central de nuclear que amenazaba la capital coyantina, vivencias que llegó a reflejar en el libro ‘Coyanza. 1975’, prestando también su testimonio en el documental que dirigió su hijo hace pocas fechas.
Con Pery el anecdotario podría extenderse hasta componer una biografía verdaderamente apasionante. No estudió Periodismo pero se puede decir que lo ejerció con maestría, el periodismo que no se conforma con contar las cosas desde una redacción, el que quiere estar cerca del lugar donde se produce la noticia, mirar a los ojos a los protagonistas, ayudar a aquellos que no tienen voz y denunciar las injusticias que sufrían los habitantes del medio rural. La historia de Valencia de Don Juan no se entiende sin este histórico corresponsal, que dio fe de la inmensa mayoría de actos que en todo el sur de la provincia se celebraron durante las más de tres décadas que actuó como corresponsal, siendo el primer testigo de muchos de los cambios que han hecho de la capital coyantina uno de los municipios más prósperos de la provincia leonesa.
La capilla ardiente de este irrepetible periodista está instalada en el tanatorio Patricio López de Valencia de Don Juan desde las 14 horas de este lunes, y su funeral se celebrará el martes 7 de noviembre a las 12:00 horas en la iglesia de San Pedro de Valencia de Don Juan.