La cercanía y confianza de las farmacias a la población, sobre todo en las zonas más rurales, las hace un punto estratégico para la detección y la atención de las víctimas de agresión sexual. Una señal no verbal de socorro, abriendo y cerrando la mano con el pulgar recogido, alertará a partir de ahora al personal de la farmacia de que esa persona es una víctima de agresión sexual y está pidiendo ayuda.
Con esta campaña en la que se forma al personal de las farmacias para saber actuar en los casos de que una víctima pida ayuda, se convierte a las farmacias en Punto SOS (Seguridad y Orientación, Siempre), donde las víctimas de agresión sexual pueden dirigirse como un lugar que les ofrece apoyo, respaldo, sensibilidad y ayuda desde el primer momento.
El objetivo del convenio firmado entre la Junta de Castilla y León y el Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl) para esta campaña es que las farmacias de la comunidad hagan Orientación, Detección, Prevención y Derivación a los Servicios Sociales en situaciones en de violencia de sexo, así como dotarles de las herramientas necesarias para respaldar las actuaciones previstas en el convenio contra la violencia.
De esta manera, las farmacias de León, junto con las del resto de provincias de Castilla y León, se posicionan como agentes activos de la red de atención a las víctimas de violencia de sexo, reforzando su papel y compromiso frente a la sociedad.
La pieza fundamental de esta campaña es hacer partícipe directo al personal farmacéutico. Se le va a dotar de instrumentos y recursos para que puedan ofrecer esa primera atención, como la aplicación de un protocolo informativo acerca de todos los recursos y servicios que la Junta pone a disposición de las víctimas y formación específica contra la violencia de género de tal manera que ayude a detectar casos.
A través de una amplia campaña de sensibilización e información se advertirá a la población en general y a las víctimas en particular de que cuentan con otro punto de atención, desde el cual serán derivadas a la Red de Protección autonómica, donde podrán encontrar el debido respaldo sanitario, psicológico y social. Se articulará mediante soporte visual consistente en cartelería, publicidad digital en webs y redes sociales, o física, con mensajes en autobuses y marquesinas.
También se imprimirán dípticos informativos, que se entregarán en las farmacias y en los que aparecerán los protocolos de actuación ante casos de violencia de género y sexual, así como los recursos disponibles, una información a la que se podrá acceder también mediante códigos QR impresos en los carteles y en los tickets de compra para que faciliten las farmacias.