La alarma saltaba pasadas las diez de la noche de este martes. La rotura de una de las principales tuberías de la red de abastecimiento de agua provocaba una gran inundación que afectaba al tramo de Fernández Ladreda comprendido entre las glorietas de Alcalde Miguel Castaño y José Aguado.
Ello provocó en primer término el corte del suministro de agua en la zona afectada y en otros barrios aledaños, aunque se ha ido recuperando progresivamente a lo largo de la mañana de este miércoles en algunos edificios, aunque no en todos y con problemas de presión en algunos de ellos debido a que se ha articulado una conexión provisional a través de otros ramales de la red. Más rápida fue la recuperación del servicio eléctrico, que también se vio interrumpido en un primer momento hasta que se pudo evacuar el agua que entró en las canalizaciones por las que discurre el cableado.
Y en la mañana de este miércoles, Fernández Ladreda trata de volver a la normalidad. Los operarios de Aguas de León trabajan en la glorieta que se encuentra en la confluencia de Fernández Ladreda con Alcalde Miguel Castaño, donde se localizó el reventón, mientras que los del servicio municipal de Limpieza se afanan en retirar el barro que quedó impregnado en el pavimento de la avenida una vez que se pudo evacuar todo el agua que manó tras producirse la avería.
Al mismo tiempo, los propietarios de algunos garajes y locales locales hacen balance de daños después de haber pasado buena parte de la noche achicando agua. Desde la peluquería Esther explican que el agua alcanzó una cuarta de altura y creen que eso pasará factura al mobiliario de madera con el que cuenta el establecimiento, aunque los problemas se han minimizado al contar con suelo de terrazo.
Mientras, en el almacén de pinturas Segopi aún tiran de cepillo y fregona, puesto que el parqué sigue supurando el agua absorbida durante la noche, por lo que vaticinan que pronto comenzará a abombarse y será necesario cerrar la tienda unos días para poder cambiarlo. Además, han perdido varios sacos de cemento que estaban posados en el suelo y algunos botes de pintura metálicos que podrían picarse.
En definitiva, tratan de tirar de optimismo y se quedan con el deseo de que todos los males sean estos, sobre todo teniendo en cuenta la aún reciente tragedia de Valencia, aunque son conscientes de que ahora les tocará empezar con el papeleo para justificar los daños a la hora de lograr que los cubra el seguro.
Más suerte han tenido los locales próximos al lugar de la avería, que están ligeramente elevados sobre la cota de la acera y apenas han sufrido daños, tal y como confirman desde otro almacén de pinturas, el de Genaro Fontecha.
Todo mientras se espera que Aguas de León culmine la reparación en las próximas horas para poder retomar el funcionamiento habitual de la red de abastecimiento.