Fomento estima que el arreglo de la N-630 costará 7 millones

Circular por la carretera N-630 en el tramo que discurre entre León y Benavente no es tarea fácil. Los baches son una constante e incluso hay camiones que ya prefieren circular por el arcén al igual que en su día hiciesen los ciclistas de la Vuelta a León de este año. El pelotón transitó una de las peores zonas de esta carretera, el tramo que une Villamañán con Toral de los Guzmanes, y por las redes sociales corrió entonces como la pólvora el vídeo que un aficionado grabó a la altura de San Millán de los Caballeros. Con el firme completamente destrozado, los competidores estrecharon el pelotón para transitar por el arcén con el fin de evitar los baches. Cundió el ejemplo y la situación del asfalto no hace más que empeorar conforme el tiempo sigue pasando sin una solución que sea algo más que tapar algún que otro bache o instalar señales de tráfico que obliguen a reducir la velocidad.

El Ministerio de Fomento, encargado de esta vía, ha reiterado a La Nueva Crónica que el arreglo de la carretera de la Ruta de la Plata entre León y Benavente aún no tiene fecha y que sigue en redacción el proyecto de ‘Rehabilitación estructural y superficial del firme de la carretera N-630 entre los puntos kilométricos 149,4 al 204,1. Estiman que estas obras puedan suponer una inversión de 7 millones de euros, un desembolso de la Administración estatal que quienes transitan a diario esta carretera esperan con ansia.

Entre Villamañán y Toral de los Guzmanes la carretera se hace «tortuosa» y los baches son continuos y en algunos casos ya se pueden denominar socavones dada su gran envergadura. Los vecinos de esta zona se muestran "preocupados" y temen que «un día de estos pase cualquier desgracia». «Conocemos cada bache porque lo rodamos todos los días pero la carretera con esta situación se hace traicionera», denuncian vecinos de los pueblos de la zona que sienten el "abandono" de las administraciones ante esta situación. Su malestar provocó este verano la amenaza de un corte en la carretera promovido por una plataforma vecinal tras la cual el Subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez, se comprometió a transmitir al Gobierno central la necesidad de una "rápida intervención" en dicha carretera, especialmente en los tramos más deteriorados y peligrosos. Los conductores siguen esperando.

Mientras llega una solución efectiva, en abril se instalaron unas señales para reducir la velocidad máxima en la carretera que une León con Benavente. En vez de 100, ahora hay que circular a 80 kilómetros por hora como mucho y la cifra va acompañada de otra señal que alerta del firme sinuoso.

"La vialidad invernal de este ejercicio ha sido especialmente perjudicial acelerando el deterioro de la capa de rodadura, por lo que se mantiene un equipo de reparación y bacheo de forma permanente en este itinerario para corregir los defectos más urgentes", señalaban fuentes de la Dirección General de Carreteras el pasado mes de mayo. Ahora un nuevo invierno ya está a las puertas y la situación de la vía no puede más que empeorar teniendo en cuenta que no tardarán en comenzar las heladas. "Un invierno más para esta carretera puede suponer uno menos para cualquier conductor que la transite. Esto es un peligro y no se puede mirar para otro lado", denuncian los vecinos del sur de León.