La expansión de las viviendas de uso turístico en ciudades como León podría verse limitada. Los cambios que la Ley Orgánica 1/2025, publicada el pasado 3 de enero en el Boletín Oficial del Estado (BOE), contempla modificaciones en la Ley de Propiedad Horizontal por las cuales las comunidades de vecinos podrían vetar, una vez que la legislación entre en vigor el próximo mes de abril, que un piso de este tipo se instale en un determinado bloque.
Concretamente, tal y como explica el gerente de la Cámara de la Propiedad Urbana de León, Miguel Ángel Sánchez, el cambio que se contempla no es tanto que las comunidades de propietarios «prohiban» los pisos o apartamentos turísticos, los cambios se refieren más a que «lo autoricen». Algo que, gracias a la nueva legislación, será de aplicación a partir del próximo 3 de abril. «Era una petición importante a nivel de propietarios y es la solución que se ha buscado a resolver el problema que había. Si no se obtiene una autorización expresa, no se puede montar un piso de este tipo. Ahora es fácil que no los autoricen», indica este experto del mercado inmobiliario leonés.
La normativa no tendrá efectos retroactivos: estas actividades podrán continuar en inmuebles con licencia
De este modo, lo más normal es que a partir de ahora no se autorice la puesta en marcha de una vivienda de este tipo dentro de una comunidad de propietarios. Esto provocará que el crecimiento de pisos turísticos en la ciudad de León se vea acotado. Sin embargo, los cambios que verán la luz en menos de tres meses no tendrán efectos retroactivos y los pisos turísticos que ya cuenten con una licencia para ejercer su actividad podrán seguir desarrollándola en los mismos términos que debían cumplir en la actualidad.
El hecho de que el escenario más probable sea la negativa de las comunidades de vecinos a establecer un piso turístico en su edificio se debe, según los expertos, a que «en la práctica son actividades que se están manifestando como muy molestas». «El problema son las molestias que causan, el trasiego de gente y el uso de elementos comunes de forma inadecuada», destaca Miguel Ángel Sánchez.
Aunque los propietarios que destinan su inmueble a este tipo de alquileres suelen criticar que existe una campaña para demonizar los pisos turísticos, lo habitual es que este tipo de viviendas se organicen fiestas y se generen ruidos que ocasionen molestias al resto de vecinos. Una brusca ruptura con el día a día de comunidades tranquilas que ha llevado, por ejemplo, a que en zonas como el barrio Húmedo o el Casco Antiguo de León estas quejas se hayan disparado.
Acuerdo por tres quintas partes
Ante esta situación, la legislación que entrará en vigor en abril no contempla una prohibición automática de los pisos turísticos, pero sí que dota a los vecinos de herramientas para decidir sobre la puesta en marcha de nuevos negocios de este tipo en su edificio. En este sentido, aquellos leoneses que quieran poner en marcha un apartamento turístico deberán contar con la autorización expresa de la comunidad mediante un acuerdo adoptado en junta con el voto favorable de tres quintas partes de los propietarios.
"La legislación nueva viene a resolver este tema de una forma definitiva, exigiendo el permiso de la comunidad"
Anteriormente también se podían prohibir estas actividades, pero con unos acuerdos adoptados en junta o con modificaciones de los estatutos, los cuales requieren una unanimidad que «es muy difícil de lograr». «Hasta ahora siempre ha habido dudas, pero la legislación nueva viene a resolver este tema de una forma definitiva, exigiendo el permiso de la comunidad y que esta pueda, a su vez, exponer sus condiciones», explica el gerente de la Cámara de la Propiedad Urbana de León.
Despedidas de soltero
Dentro de estas condiciones, el principal caballo de batalla es el de los clientes de estos apartamentos turísticos, dado que «es complicado controlar que accedan al servicio» ciertos perfiles de usuarios. «Si van dos o tres noches es muy difícil exigir tranquilidad, sobre todo a las despedidas de soltero o a visitas de fin de semana. Que muchos no dan un ruido, pero depende mucho de la selección de clientes. Una familia de unos padres y dos niños no va a dar un ruido, pero otros igual sí», valora Miguel Ángel Sánchez.
De esta manera, entrando en vigor tres meses después de su publicación en el BOE, esta normativa viene a frenar la expansión de los pisos turísticos en ciudades como León. Está por ver si, aprovechando la legislación más laxa que se mantendrá hasta abril, hay un auge en la puesta en marcha de este tipo de negocios en la capital leonesa y, sobre todo, si la oferta de estos apartamentos ha alcanzado ya su techo. La primavera, con sus habituales cambios, traerá respuestas.