Los temporales fuertes y prolongados son muy positivos en cuanto a la mitigación de la sequía, el mantenimiento de las presas, y la limpieza natural de ríos y arroyos, pero son nefastos para las cosechas.
Este año agrícola en León ha dejado escenarios bastantes dispares entre sí, por un lado, en junio las precipitaciones han sido bastante superiores a la media, pero abril y mayo han sido extremadamente secosafectando así al crecimiento del trigo, la cebada, la avena o el centeno.
En 2023 España generó perdidas en más de 6.455 millones de euros debido a fenómenos climáticos adversos, esto supone un total de más de 1.200 millones de euros en indemnizaciones, 496 millones por la sequía, 875 millones por borrascas y 61 millones por heladas, la siniestralidad de los seguros agrarios alcanzó niveles nunca vistos.
Esta clase de eventos climatológicos dificultan una innumerable lista de funciones y tareas que hacen los agricultores diariamente, tanto el arado como las maquinas agrícolas ven limitadas sus funciones debido a la perdida de tracción y la saturación de barro. La paja es un producto crucial en la agricultura y también las precipitaciones repercuten en su calidad y manejo, su sobreexposición al agua facilita la aparición de hongos y microorganismos, tras su humedecimiento las alpacas deben de ser secadas por lo que se necesitan grandes superficies, debido a esto, el espacio y la logística juegan otro papel clave.
Los daños físicos a las plantas por las fuertes precipitaciones afectan en su totalidad al conjunto de la misma, raíces, tallos y furtos pueden verse dañados. El estado del suelo es un condicionante fundamental, su erosión puede verse provocada por lluvias intensas conllevando la perdida de fertilidad del mismo y una menor productividad de las cosechas, la lluvia intensa también puede derivar en la compactación del suelo, impidiendo al agua penetrar en la tierra. Las condiciones de humedad son un factor para la aparición de enfermedades y plagas, como el hongo mildiú o el hongo oído.
Los principales cultivos afectados por las condiciones climatológicas adversas son: el cereal, los viñedos y los cultivos hortícolas.
Los cambios bruscos de temporal y las condiciones climatológicas adversas provocan retrasos tanto en la siembra como en la cosecha, afectando así al ciclo de crecimiento de los cultivos y ocasionando pérdidas económicas en los agricultores. Las tormentas no solo afectan a las pérdidas de los cultivos sino a la economía regional repercutiendo en los precios de los alimentos tanto en los mercados nacionales como en los locales.
El pasado 28 de agosto un frente atlántico comenzó a adentrase en el territorio peninsular, concretamente a través del extremo noroeste peninsular (Galicia, Asturias, Cantabria y León). Esta depresión aislada en niveles altos (Dana) traerá consigo fuertes tormentas acompañadas de granizo. Todas las provincias de Castilla y León están en alerta amarilla y esta situación se mantendrá hasta el domingo.
En León se prevé que llueva durante la mayor parte de día, especialmente entre las 15:00 horas y las 17:00 horas, se acumulará 4,2 mm/h entre esa franja horaria. En lo que respecta a las tormentas, la Agencia estatal de meteorología (Aemet) no contempla muchas probabilidades este jueves.