Fumando esperan... más espacios sin humo. El Ministerio de Sanidad mantiene su empeño de ampliar las restricciones al consumo de tabaco mediante un plan que se está discutiendo con las comunidades autónomas y que derivará en el futuro en nuevas leyes que seguirán la estela de las que entraron en vigor en 2006 y 2011.
No fueron las primeras, aunque sí las más recientes y sonadas. Hasta 1988 era frecuente ver a un profesor fumando en clase, a un médico en su consulta o a los espectadores de una sala de cine. Fue entonces cuando se aplicaron restricciones a este tipo de conductas y también se limitó el consumo de tabaco en el transporte público por carretera (aunque todavía se reservaban hasta la mitad de las plazas para fumadores) y se prohibió su venta a menores de edad.
Y fue en 1992 cuando se amplió la ley para prohibir el tabaco en los vuelos comerciales con origen y destino en territorio nacional y cuya duración no superase la hora y media de duración. Posteriormente, en 1999, se amplió la medida a todos los vuelos comerciales independientemente de su duración del vuelo. Además, fue entonces también cuando desapareció la reserva de hasta la mitad de las plazas del transporte público por carretera para fumadores.
Sin embargo, como decíamos, las leyes más polémicas llegaron en 2006 y 2011. La primera eliminaba las zonas para fumadores en centros educativos y sanitarios, además de en trenes y barcos. Sin embargo, la medida que más rechazo generaron, al menos inicialmente, fue la prohibición de fumar en los centros de trabajo e importantes restricciones en los establecimientos de hostelería. Concretamente, la prohibición era total en los bares y restaurantes con menos de 100 metros cuadrados de superficie, mientras que se permitían zonas para fumadores en aquellos locales que la superasen.
Finalmente, en el año 2011 se amplió la normativa y se eliminaron las excepciones en bares y restaurantes, se prohibió fumar cerca de centros sanitarios, educativos y parques infantiles. Además, se eliminaron las zonas para fumadores en aeropuertos.
A la espera del nuevo plan (que se va a abordar este viernes en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud) y de las leyes que concretarán su desarrollo en el futuro, conviene analizar cómo han afectado las leyes de 2006 y 2011 al consumo de tabaco en la provincia de León.
Las últimas estadísticas publicadas por el Comisionado para el Mercado de Tabacos, referidas al pasado año, reflejan que el número de cajetillas de tabaco que se venden se ha reducido a más de la mitad desde el 1 de enero de 2006.
Concretamente, los estancos y máquinas expendedoras de la provincia comercializaron durante el pasado año un total de 21.390.320 cajetillas de 20 cigarrillos. Mientras, en 2005 se habían alcanzado las 43.881.974 cajetillas, lo que deja una caída del 51,2%.
Tendencia opuesta se observa sin embargo en lo referido a la recaudación por la venta de cigarrillos en la provincia, que se eleva un 7,4% entre los 97,6 millones de euros del año anterior a la primera gran ley antitabaco a los 104,8 millones de euros de 2023. Ello se puede atribuir tanto al incremento del precio del tabaco como de los impuestos que gravan su consumo en nuestro país.
Puros, de liar y de pipa
Es preciso referirse además al comportamiento que han experimentado durante estos 18 años de vigencia de las principales leyes otros tipos de tabaco distintos de las tradicionales cajetillas de 20 cigarrillos.
Concretamente, destacan los datos referidos a los puros, ya que durante el pasado año se vendieron en la provincia de León un total de 27.506.967 unidades. Son diez millones más que en el ejercicio anterior a la entrada en vigor de la primera gran ley antitabaco, ya que en 2005 se comercializaron 17.470.886 puros. El incremento acumulado desde entonces es de un 57,4%.
El borrador ministerial, que puede cambiar, hablaba de las terrazas de la hostelería e incluso del coche privado
Mientras, no se puede analizar la evolución tanto en el caso del tabaco de liar como en el de pipa. El motivo es que los datos de 2005 están fijados a través de bolsas o latas vendidas en la provincia de León, mientras que las cifras actuales se miden en kilogramos.
En el caso del tabaco de liar, la cifra pasa de 27.913 bolsas a 56.550 kilos, según el análisis de los datos que ofrece el Comisionado para el Mercado de Tabacos, que depende administrativamente del Ministerio de Hacienda. Este tabaco suele ser más barato y también se dice que lleva a fumar menos ante la necesidad de tener que liar el cigarro y el tiempo que ello suele conllevar.
Finalmente, las ventas de tabaco de pipa pasaron de 13.830 latas o bolsas en 2005 a 7.098 kilos el pasado año.
Futuras leyes
Más allá del balance de las leyes aplicadas hasta ahora, cabe preguntarse por las que llegarán en el futuro y que, a juicio de la ministra de Sanidad, Mónica García, pondrán nuevamente a España a la vanguardia de la lucha contra el consumo de tabaco.
Dichas leyes emanarán del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, que se abordará este viernes en una reunión en la que la ministra informará a las comunidades de las alegaciones incluidas en el borrador. Serán aproximadamente 160 de las 180 que habían presentado las autonomías para tratar de mejorar un borrador que inicialmente hablaba de más subidas el precio del tabaco y de nuevos espacios sin humo en las terrazas de la hostelería e incluso en el interior de los vehículos privados. Sin embargo, las duras críticas surgidas al respecto hicieron que este último punto se quedase en una mera recomendación.
A este respecto, la ministra ha aclarado que el plan no concretará finalmente estos nuevos espacios sin humo (algo que se hará en las futuras leyes), aunque ha admitido que «obviamente» se van a ampliar. «La evidencia científica dice que hay personas que están consumiendo humo de segunda mano y que esto está siendo perjudicial. Ya hay estudios europeos y mundiales que dicen que en las terrazas se está respirando en un 94% residuos de nicotina y residuos tóxicos, así que lo que queremos es ampliar los espacios donde no haya humo», ha señalado García.
Desde Castilla y León, se ha solicitado en primer lugar que el Gobierno defina de forma «clara» cuál es la autoridad competente en la inspección del cumplimiento del plan y que se haga lo mismo con el desarrollo del mismo en el caso de que se vaya a intervenir en ámbitos privados. «Se debe disminuir en la medida de lo posible la limitación de las libertades individuales. Debe garantizarse el derecho a la salud con el derecho a la libertad individual», explicó recientemente el consejero de Sanidad en funciones y portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo.