En este 2023, los fieles de Genaro Blanco volvieron a la calle con un recorrido modificado, debido a las obras que se están realizando en la muralla de Los Cubos, donde falleció atropellado por el primer camión de la basura que hubo en León en Santo Pellejero, a quien se hizo la tradicional ofrenda pero no al terminar la procesión, sino a media tarde.
La procesión salió en esta ocasión de Puerta Moneda pocos minutos después de la medianoche, y volvió a congregar a miles de personas en su recorrido. Este año, de forma tan incomprensible como innecesaria, la procesión fue escoltada por un elevado número de agentes de la Policía Local de León, que garantizaron a su manera la seguridad del recorrido, en el que, como cada año, no hubo ningún tipo de incidente.La primera de las paradas se llevó a cabo en una abarrotada plaza del Grano, donde la procesión perdió un poco el orden. La siguiente parada fue en la calle de La Sal, donde Ruth Barthe, hija del abad Maximino Barthe a quien una leve enfermedad había obligado a quedarse en la cama, leyó los versos que Francisco Pérez Herrero dedicó a esta minúscula vía.
Pero Genarín obró otro milagro y, al llegar la procesión a la plaza de la Catedral, apareció el abad Maxi Barthe para leer los tradicionales versos dedicados a Genaro y la pulchra, en lo que a la postre se convirtió en el mejor momento de toda la procesión, que este año finalizó en la escalinata del Archivo Histórico Provincial, donde se leyeron los poemas ganadores del certamen de versos burlescos que desde hace once años convoca la cofradía de Genarín y entre los que en esta edición fue elegido ganador el poeta zamorano residente en Segovia José Antonio Gago, por su hora ‘Abrevaderos del alma’, con un pegadizo estribillo del que participó la multitud de devotos del más beodo de los inmortales leoneses.
