Gigantes y cabezudos renovados para mantener la tradición

León está preparado ya para arrancar las fiestas de San Juan y San Pedro y, como cada año, los pasacalles de gigantes y cabezudos serán los encargados de contagiar de alegría a leoneses de todas las edades.

Una tradición que quiere conservarse en el tiempo, por lo que las 17 figuras que forman los desfiles han sido restauradas y lucen ya una nueva cara. Zipi y Zape, el Diablo, el pecoso o el brujo ya no tienen golpes en el rostro, las vestimentas de los seis gigantes han sido renovadas y cada uno tiene una caja para descansar después de la fiesta. También se ha trabajado en la restauración de las estructuras internas de estos personajes, el mantenimiento menos visible pero que más trabajo ha dado. Es "en lo que más se han focalizado" los trabajos coordinados por el restaurador Alejandro Sáenz de Miera, ya que "llevaban muchos años siendo usadas sin mantenimiento".

Lo que más notarán los leoneses será el gran cambio que ha dado la tarasca, el personaje más singular de estos pasacalles. A esta mujer que lleva asociada la fealdad y la desvergüenza, han querido darle un carácter "algo más elegante y de respeto" y se ha cambiado por completo su vestimenta, el cambio más visible.

Los trabajos han supuesto una inversión de unos 20.000 euros por parte del Ayuntamiento de León, que este miércoles ha presentado el resultado final de los trabajos en San Marcelo. El concejal de Fiestas, Pedro Llamas, ha querido resaltar el "lamentable" estado de conservación en el que se encontraban estos gigantes y cabezudos.

Tras esta presentación oficial, gigantes y cabezudos volverán a salir este sábado para comenzar con los pasacalles que darán alegría a las fiestas de San Juan y San Pedro.