Gitanas con mucho futuro

La mujer gitana ya no se limita a ser esposa y madre, su perfil ha cambiado y cada vez son más las que optan por ampliar su formación. Catorce de esas mujeres han recibido los diplomas del programa Edyta, un curso dirigido a ampliar sus competencias informáticas. Fundación Secretariado Gitano, Orange y Womenteck son los principales valedores de una iniciativa encamida a formarlas para que tengan libertad de elección.

El proyecto, de 3 meses de duración, se ha centrado en el manejo de programas como Word o Excell y de internet. «Hemos aprendido a manejar la web, sentirnos más seguras y a tener criterios», señalaba una de las participantes. En un grupo formado por mujeres entres los 18 y los 50 años, aproximadamente el 80% de ellas son madres.

Esta formación también les permitirá conocer el entorno cibernético en el que se mueven sus hijos. «La mujer gitana es el motor de su familia y el motor del cambio», señala Ángeles Bueno, presidenta de Womenteck.

El curso finalizaba con un proyecto conjunto que ponía a prueba los conocimientos adquiridos. Han creado la web «Gitanas con futuro», en la que comparten experiencias e impresiones además de hacer notar los prejuicios que siguen rodeando al pueblo y a la mujer gitana. «Estamos muy contentas de que hayan apostado por nosotras porque no todas las empresas lo hacen», comenta una de las mujeres, a lo que añade «presentarse como pueblo gitano no siempre es fácil porque no sabes que van a pensar. Gracias por apostar por que el pueblo gitano salga del anonimato». León no es la única ciudad en la que se ha impulsado esta iniciativa, Madrid y Córdoba también cuentan con él.

El curso contradice muchos de los estigmas que se suelen tener contra este colectivo. Pedro Puente, presidente de la Fundación Secretariado Gitano, destacaba el gran aprovechamiento que han dado a la formación y su compromiso con la asistencia a las clases. Ángeles Bueno también indicaba que todas ellas son conscientes de la necesidad de formarse, una de las alumnas recalcaba que «para nosotras es muy importante tener nuestra web y nuestro currículum».

Más allá de la formación puramente académica, este programa ha permitido que muchas de ellas estrecharan lazos. «He descubierto que tengo la habilidad de ayudar a mis compañeras» apunta una de las gitanas, dicen estar más unidas y «haber creado una pequeña familia».

Aunque muchas confiesan no haber tocado un ordenador en su vida, han aprendido a moverse con la tecnología. Desde la dirección del proyecto aseguran que todas ellas han decidió seguir formándose después del curso. «Si avanzan ellas, avanza la comunidad gitana» finaliza la técnico de la Fundación. Y es que el empoderamiento es cosa de todos.