El Gobierno adjudica las obras del cruce de La Granja, que arrancarán antes del verano

La inversión asciende a 23,8 millones de euros y tiene un plazo de ejecución de tres años para que los trabajos puedan ser compatibles con la circulación

06/02/2025
 Actualizado a 06/02/2025
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Esta vez sí. El soterramiento de la ronda este de la ciudad de León a su paso por el cruce de La Granja tiene al fin fecha definitiva para ser una realidad. Y ello es posible gracias a que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha adjudicado ya las obras por un importe que se situará en 23,8 millones de euros (IVA incluido).

Así lo han confirmado a este periódico fuentes del departamento que encabeza Óscar Puente, cuya planificación establece que las obras comenzarán antes del verano y tendrán un plazo de ejecución de tres años. Dicho calendario se extiende tanto en el tiempo debido a que se trata de unos trabajos que van a resultar complejos, puesto que se ejecutarán mientras se mantiene la circulación de los 35.000 vehículos que pasan cada día por este punto de la ronda este. 

De hecho, la revisión del proyecto, que demoró la licitación de las obras, se centraba precisamente en cómo organizar su ejecución para causar las mínimas restricciones a los conductores. 

El objetivo del Gobierno de España pasa por articular la necesidad de separar los desplazamientos medios o largos –que se dirigen al Hospital y la Universidad o a las vías de mayor capacidad situadas al norte o al sur de la capital leonesa– de los más urbanos, es decir, los que llevan a los leoneses –en coche pero también a pie– a las zonas comerciales o de esparcimiento que hay en las inmediaciones del cruce.

En concreto, desde el Ministerio de Transportes detallan que se va a transformar la glorieta actual en un enlace con paso inferior con el objetivo de canalizar los movimientos a distintos niveles y disminuir las interacciones entre vehículos y peatones, mejorando las condiciones de circulación y fluidez del tráfico y reduciendo las emisiones asociadas a los atascos. Además, se va a adecuar la iluminación y el entorno a la movilidad peatonal. 

Se trata en definitiva de abordar una solución similar a la ejecutada en su día en los cruces de Michaisa o de Villaobispo, dos puntos negros en los que se generaban importantes atascos, tal y como ocurre actualmente en La Granja a raíz del importante desarrollo urbanístico que se ha venido produciendo a ambos lados de la ronda este.


La historia del proyecto

Cabe recordar que ya en el año 2006, cuando se inauguró el cruce soterrado de Villaobispo, se hablaba de aplicar la misma solución en la Granja y el Hospital. Y también se habló cuando en 2010 se abrió el paso inferior de Michaisa, que servía para suprimir los semáforos, soterrar la avenida de Portugal y organizar la circulación hacia Antibióticos, Doctor Fleming o Armunia mediante una glorieta en superficie.

Sin embargo, los proyectos no acabaron de salir del atolladero en todos aquellos años de bonanza y solo hubo avances a través de la glorieta en superficie del cruce de Carrefour en el año 2011, aún bajo el paraguas del Gobierno de Zapatero.

Fue concretamente en diciembre del año 2012 –ya con Rajoy al frente del Gobierno e inmersos en época de ajustes presupuestarios– cuando se fraguó la apuesta ministerial por dos rotondas en superficie para los dos cruces con semáforos que aún quedaban en la ronda este. La inversión se quedó en 1,4 millones de euros y finalizó en 2016, aunque desde el primer momento surgieron críticas políticas y problemas circulatorios en forma de atascos y accidentes. Hasta tal punto fue así que hubo que instalar semáforos de nuevo y se plantearon incluso pasos elevados para los peatones hasta que se pudiera abordar el proyecto inicial de soterrar la ronda este y articular únicamente con la glorieta en superficie los desvíos hacia los laterales.

El desarrollo del sector urbanístico anejo a la ronda este –tanto en terrenos de la capital como de Villaquilambre– y la apertura del parque comercial Reino de León hace algo más de tres años sólo hizo que agravar los problemas de tráfico en las inmediaciones de La Granja mientras el Gobierno se enfrascaba en la tramitación administrativa para redactar un nuevo proyecto que en realidad era similar al inicial y que ahora ve la luz al final del túnel.

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