Después de tantas idas y venidas, de tantas promesas incumplidas, la cautela ha de primar siempre que se habla del proyecto para reabrir el Teatro Emperador, que bajó por última vez su telón en 2006 tras la proyección de ‘Cinema Paradiso’.
Son muchos los ríos de tinta que han corrido sobre las intenciones políticas al respecto en función de quien estuviese al frente del Gobierno de España, pero lo cierto es que por primera vez se empieza a hablar de cuestiones técnicas. Y eso es a lo que se agarra ahora el presidente de la Asociación de Amigos del Teatro Emperador (Atem), el arquitecto leonés Alejandro Conty, para mantener la esperanza de que ese telón vuelva a levantarse algún día.
Lo hace a raíz de la respuesta que ha recibido recientemente desde el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem) tras haber solicitado de información ante las dudas expuestas públicamente el pasado mes de junio por el alcalde de León, José Antonio Diez, sobre el futuro del proyecto –que ya tenía comprometida su financiación– después de que el Ministerio de Cultura pasase a estar en manos de Sumar con Ernest Urtasun a la cabeza. «Parece que haya habido un parón, un frenazo o incluso que no tengan muy claro qué es lo que había que hacer, pero hemos quedado en intercambiarnos documentación de nuevo y desde León tenemos que seguir empujando para que la rehabilitación del Teatro Emperador sea una realidad», expuso entonces el regidor tras una reunión en Madrid.
Poco después, el Gobierno ratificaba –en respuesta a las preguntas de este periódico– el compromiso adquirido en marzo del pasado año para financiar el proyecto con el 2% Cultural. Sin embargo, admitían también que , aunque el Teatro Emperador es propiedad estatal desde el año 2009, el plan para proceder a su rehabilitación y posterior reapertura se encuentra en «fase inicial» a través de la gestión conjunta del Inaem y la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Cultura.
Y ha sido ahora cuando Atem ha hecho públicos los primeros plazos fijados por el Gobierno para avanzar desde el punto de vista administrativo en la rehabilitación. La respuesta –que lleva la firma de la directora general del Inaem, Paz Santa Cecilia– explica que se va a realizar un estudio especializado «para definir la caja escénica, especialmente en todos los aspectos relacionados con los peines y las maquinarias adecuadas para el volumen y altura del teatro».
Además, dicho estudio servirá para saber si será necesario incrementar la altura de los peines o reforzar la estructura del edificio, así como aspectos relacionados con los equipos de iluminación y sonido (características, tipo de instalación y espacio necesario).
Está previsto que el Gobierno tenga ese estudio sobre su mesa a finales de año y que sirva más tarde como base para la redacción del futuro proyecto de rehabilitación del Emperador.
Ante esta respuesta, Conty explica que el apartado escénico es un capítulo «muy importante» para a la hora de reabrir. «La caja escénica y los peines, que son las vigas que suben y bajan para los decorados y las luces, son fundamentales. Sin caja escénica, sería un cine y eso es algo absolutamente inviable. En su momento se dijo que igual el Ayuntamiento se hacía cargo de este apartado y eso nos preocupó, porque puede suponer la mitad del presupuesto. Ahora el Gobierno dice que han mandado estudiar estas cuestiones y creo que es una buena noticia», explica antes de ratificar que hay partida presupuestaria para la rehabilitación y de afirmar que el «escepticismo» ministerial puede deberse más a la futura gestión del Teatro Emperador por parte del Ayuntamiento.