El colegio Antonio González de Lama del barrio de El Ejido vive horas complicadas y de frenético ajetreo tras un grave suceso ocurrido el pasado domingo de madrugada y que obliga a desalojar temporalmente a los alumnos por riesgo de toxicidad. Una fuga de agua, de la que por ahora se desconoce la causa, inundó el sótano y la sala de calderas de este centro público, de manera que el agua llegó a salir a la calle mezclada con gasóleo, según confirmaron fuentes oficiales de la Delegación de la Junta en León.
La coincidencia con el puente de Carnaval, afortunadamente, ha permitido a la administración y al propio centro educativo tener el tiempo suficiente para tomar decisiones, que entre el lunes y el martes fueron comunicadas a las familias y al profesorado. La decisión final de la Dirección Provincial de Educación de León que lidera Alberto Natal ha sido desplazar temporalmente a los 144 alumnos de este colegio a La Granja, centro ubicado a una distancia de 10 minutos a pie.
«El tiempo que lleva achicar el agua, la detección de la fuga, la reparación de esta y de la caldera, unido al olor del gasóleo que hay en el centro, nos ha llevado a tomar esta solución», explicaron este martes fuentes de la Dirección Provincial de Educación, quienes aseguraron haber elegido el colegio de La Granja «por cercanía y tener espacio suficiente» para gestionar que cientos de alumnos ocupen espacio en el centro.
Respecto al tiempo que pueda durar la avería, la Junta fue prudente y no dio plazos, pero entre la comunidad educativa de los dos centros afectados por esta circunstancia se habla de «dos o tres semanas». En el lugar de la fuga trabaja desde el lunes una empresa especializada en este tipo de averías.
La Dirección Provincial de Educación, junto con el delegado de la Junta en León, Eduardo Diego, han conformado un equipo de seguimiento de este suceso de manera conjunta con los técnicos y la comunidad educativa para agilizar las comunicaciones y garantizar a su vez la seguridad de los alumnos. Según explicaron fuentes oficiales, el vertido de gasóil ha provocado un nivel de alerta nivel 1 por toxicidad que habría puesto en riesgo la salud de los menores en caso de mantenerlos en el colegio.
Este traslado por causa forzosa tiene consecuencias directas en la organización no sólo del González de Lama sino del colegio La Granja, puesto que según reconocieron fuentes del centro a La Nueva Crónica se les ha pedido colaboración a los propios profesores para organizar los espacios de manera que el servicio educativo pueda realizarse con las menores molestias posibles para todos. También se verán afectados los servicios de madrugadores y de comedor, la organización de los horarios del patio y las actividades extraescolares.
Retén administrativo
Mientras dure esta situación, se mantendrá un retén administrativo en el colegio, para aquellas familias a las que se les haya podido pasar el aviso emitido del cambio de centro, así como para recibir a los padres y madres que acudan al centro a solicitatr el programa Releo de gratuidad en los libros de texto, actualmente en proceso de convocatoria para el próximo curso.